martes, 3 de julio de 2012

A 45 años de La Balsa

Fue hace exactamente 45 años, el 3 de julio de 1967. Ese día salió a la venta en el país La balsa, el primer tema de rock en castellano que tuvo éxito a nivel masivo (un año antes había salido “Rebelde”, pero sin mayor repercusión).




«La balsa» es una canción de José Alberto Iglesias (Tanguito o Ramsés VII) y Litto Nebbia famosa por la interpretación de la banda argentina Los Gatos. Es considerada la canción fundadora del llamado «rock nacional» argentino y una de las primeras y más influyentes del rock en español.
Fue compuesta en la madrugada del 2 de mayo de 1967 por Tanguito y Litto Nebbia en el baño de caballeros de la pizzería La Perla del Once, ubicada en la esquina de las avenidas Rivadavia y Jujuy, en la ciudad de Buenos Aires.
Los Gatos la grabaron el 19 de junio y fue lanzada el 3 de julio de 1967, superando los 250.000 discos vendidos y desatando en Argentina el furor juvenil por el rock en español. Ha sido considerada por la Revista Rolling Stone y la cadena MTV como la mejor canción del rock argentino de todos los tiempos.

La letra
La letra habla de un joven que está «muy solo y triste» y que quiere ir a un lugar deseado («al lugar que yo más quiera»). Como a ese lugar no puede llegar caminando, precisa construir una balsa. Una vez lista la balsa, el joven promete partir «hacia la locura» e irse «a naufragar».
Como con muchos otros temas del rock & pop nacional e internacional, ha sido habitual sugerir que La balsa tiene un «mensaje encubierto» referido al consumo de drogas ilegales. Lo cierto es que en Buenos Aires, en la segunda mitad de los años sesenta, las anfetaminas eran la única droga más o menos disponible para los estudiantes y músicos roqueros y que al año siguiente de componer La balsa, uno de sus autores, Tanguito adquirió una seria adicción a las drogas que lo dañó tanto personal como artísticamente y jugó un papel importante en su desequilibrio mental y finalmente su muerte. Luis Alberto Spinetta ha dicho que:
Tanguito es un compositor maravilloso, cuya única desgracia fueron las malas compañías que lo llevaron a las drogas hasta que éstas lo aniquilaron.
Pero también es cierto que para toda una generación de jóvenes que adhirieron al sentido ético y estético propuesto por La balsa, para quienes la canción no estaba relacionada con las drogas, sino con la libertad y el deseo de seguir un camino propio, distinto del que habían trazado sus padres para ellos. A diferencia de lo que sucedió en el movimiento rock norteamericano o británico, las drogas ilegales tuvieron un lugar marginal en el movimiento juvenil argentino de los años 60´ y 70´, más orientado a la revolución sexual (sobre todo contra la tradicional doble moral sexual diferenciada para varones y mujeres) y a las pautas sobre presentación personal.
Como ha contado Litto Nebbia, coautor del tema, inicialmente Tanguito había propuesto iniciar una canción con la frase «estoy muy solo y triste en este mundo de mierda». Se trataba de una expresión contundente, característica del espíritu del movimiento juvenil roquero en su etapa contracultural, iniciada mundialmente con el encuentro entre Los Beatles y Bob Dylan el 28 de agosto de 1964 y que estaba a punto de estallar unas semanas después en Estados Unidos, con el Verano del amor que dio nacimiento almovimiento hippie.
La cruda frase inicial de Tanguito fue modificada por Litto Nebbia para establecer la definitiva: «Estoy muy solo y triste acá, en este mundo abandonado».

La idea fuerza de la canción es «irse a naufragar»; la balsa es el medio para ello. En la canción, «naufragar» está asociado a
 ir «al lugar que yo más quiera». La idea de «naufragar» será muy fuerte en los orígenes del rock argentino. Ciro Fogliatta, tecladista de Los Gatos, quien estuvo presente cuando Nebbia y Tanguito daban forma a La balsa, dice:Él escribió el comienzo: «Estoy muy solo y triste acá en este mundo de mierda». Le saqué eso porque no me gustaba. Para qué, si ya sabemos que es un mundo de mierda, ¿no? No me gusta decir «puta madre» así porque sí (Litto Nebbia)
Era la época del naufragio, donde podías ir a parar, ibas... Primero era en bares, cuando la cosa se puso muy pesada, terminó en la plaza Francia, se empezó a ir a casas.
En sentido similar Pablo Schanton reflexiona:
Naufragar... La palabra clave de La balsa resumía un programa generacional. Existen varias versiones de cómo este término naútico se vuelve el «ábrete sésamo» del rock argentino en 1967... Para Lernoud, en esa idea de flotación y deriva resuenaMañana nunca se sabe (del Revolver beatle, 1966) con su «Apagá tu mente, relajate/ y flotá corriente abajo». «Naufragar es quemar los días, charlar incansablemente en un café, salir de la rutina, quebrar las barreras del tiempo», explicaba Nebbia. Para Zaguri, tras La balsa está La barca, bolero donde José Feliciano cantaba: «Tu barca tiene que partir/ a otros mares de locura/ cuida que no naufrague en tu vivir». El proyecto era propagar el naufragio como forma de vida.
El término fue tan importante que aquellos primeros roqueros se denominaron a sí mismos «náufragos». En 1968 esta denominación fue tomada como nombre propio por uno los primeros grupos del rock argentino, Los Náufragos (Pajarito Zaguri,Quique Villanueva, con producción de Francis Smith) haciendo eje también en la idea de «naufragar» como representativa del movimiento juvenil. Uno de sus principales éxitos fue precisamente Vuelvo a naufragar. Allí el término está asociado con la vida hippie, de bar en bar, tocando música, fuera del rumbo tradicional (estudiar-trabajar-casarse): a la deriva.
La «balsa» ocupa un lugar muy importante en la mente de los autores, al punto de constituir el título de la canción. Según se desprende de la letra de la misma. La importancia de la balsa deriva del hecho de que no es posible ir caminando a «ese lugar» deseado, sino que se necesita un medio especial para hacerlo, precisamente una balsa. De este modo la balsa aparece como el instrumento necesario para poder naufragar.
El estribillo está referido al material necesario para construir la balsa, «madera», que debe conseguirse en gran cantidad y «de dónde pueda».
Tengo que conseguir mucha madera,
tengo que conseguir de donde pueda.
Finalmente el joven que habla desde la canción, dice a los oyentes que cuando termine su balsa, partirá «hacia la locura», es decir que se irá «a naufragar», y parece invitar a los todos los jóvenes a hacer lo mismo, cuando cierra repitiendo: «a naufragar, a naufragar, a naufragar». 

La música


La música de La balsa es un mestizaje de las melodías simples, directas y bluseras de Tanguito, con las melodías y armonías que caracterizarían a Litto Nebbia que, con un formato abiertamente beat, combinaba influencias de la bossa nova, el tango y el jazz. En tanto en el arranque del canto es posible reconocer claramente el estilo rudo de Tanguito, el estribillo no oculta la influencia de la bossa nova y las sutilezas melódicas y armónicas de los temas de Nebbia.
Hay dos versiones básicas, interpretadas por cada uno de los autores:
  • la versión de Los Gatos liderados por Litto Nebbia, grabada en 1967, que se convirtió en éxito masivo juvenil y fundó lo que se conoce como rock nacional argentino.
  • la versión de Tanguito, grabada en el sello Mandioca en una sesión improvisada, entre 1969 y 1970 y publicada luego de su muerte en el álbum Tango (1973).
La versión de Los Gatos se inicia con un atrapante riff de guitarra, reforzado por un riff de bajo y armonías agresivas de órgano, que impulsó a una generación de guitarristas aficionados argentinos, a tocar rock en español.
La canción es cantada por Litto Nebbia sin coros, con cámara de ecos, y eventuales fraseos de guitarra eléctrica en contrapunto con el canto. Promediando el tema se ejecuta un solo de órgano interpretado por Ciro Fogliatta, que ocupa el espacio del solo de guitarra eléctrica característico de las canciones beat de los años 60. El final incorpora una breve melodía disonante, característica de la bossa nova, con una combinación Sol#menor-Fa#menor repetida tres veces, para acompañar el «a naufragar, a naufragar, a naufragar», cantado a manera de invitación con que el tema cierra.
La versión de Tanguito, es cerradamente blusera, casi trágica, sacándole el ritmo de bossa nova que caracteriza a la versión de Litto Nebbia y Los Gatos. Notablemente, la festiva invitación «a naufragar» del cierre, se transforma en la versión de Tanguito hasta aparecer como un pedido de socorro en su voz quebrada.

Historia y mito

El '67

En ese contexto los jóvenes argentinos habían sido masivamente sacudidos por el rock & roll y la beatlemanía (ese año se lanzóSgt. Pepper's), la revolución sexual, la televisión y los nuevos medios de comunicación electrónicos y el punto de vista unisex, con el pelo largo de los varones como una de sus exteriorizaciones más evidentes. Comenzaba a ser evidente un conflicto generacional con eje en el rechazo del tango y de la tradicional doble moral sexual. La confrontación contracultural tendría como uno de sus resultados la imposición de un estado de sospecha sobre los jóvenes y del pelo largo, que se concretó en una persecución policial constante.La balsa fue escrita en momentos que en la Argentina se había instalado el 28 de junio de 1966 una dictadura militar de tipo permanente dirigida por el general Juan Carlos Onganía y promovida por Estados Unidos desde la Escuela de las Américas. El período coincide con el inicio de un proceso de protagonismo juvenil (sindical, estudiantil y político) frente a la ausencia de los partidos políticos que habían sido prohibidos. Internacionalmente el panorama estaba dominado por la Guerra Fría y la amenaza nuclear. EEUU estaba cada vez más comprometido en la Guerra de Vietnam (1958-1975) y en ese junio de 1967 comenzaba el llamado Verano del Amor que originó el movimiento hippie y juvenil contra la guerra. Finalmente en noviembre de 1966 el Che Guevara iniciaba una guerra de guerrillas en Bolivia que terminaría en derrota y su fusilamiento el 9 de octubre de 1967. En Europa también se incubaban convulsiones juveniles que desembocarían al año siguiente en el llamado Mayo francés de 1968.
El rock & pop venía evolucionando desde Sandro y sus letras en español, el programa televisivo de música beat-pop en español del Club del Clan (Palito Ortega, Violeta Rivas, Leo Dan, Johnny Tedesco, etc.) y la llamada invasión uruguaya, de bandas roqueras de jóvenes uruguayos que realizaban covers de Los Beatles y los Rolling Stones y temas propios de rock en inglés. También debe mencionarse la acción del Instituto Di Tella,promoviendo vanguardias artísticas y culturales que luego confluirían con el rock nacional.

Entre la Cueva y la Perla
En esas condiciones brotaron un puñado de músicos roqueros que se concentraron en Buenos Aires y empezaron a empujar para hacer un lugar para su arte. Ese grupo tuvo su epicentro en el triángulo formado por un precario local musical nocturno llamado La Cueva, el Instituto Di Tella (Florida 900) y Plaza Francia.13 Algunos de esos grupos y músicos pre-balsa fueron: Los Gatos Salvajes (Litto Nebbia, Ciro Fogliatta), The Seasons (Carlos Mellino, Alejandro Medina), Los Beatniks (Javier Martínez, Pajarito Zaguri, Mauricio Birabent), Los In (Francis Smith), Miguel Abuelo, Tanguito, Pappo, Oscar Moro y los periodistas y poetas fundacionales del rock Pipo Lernoud y Miguel Grinberg.
Por las noches, cuando terminaban las funciones en La Cueva, los roqueros iban a amanecer a las plazas o a los bares que permanecían abiertos toda la noche.
Cuando salíamos de La Cueva, si era verano nos íbamos a una plaza, y si era invierno nos íbamos a un bar, y nos quedábamos hasta las 8 de la mañana. En esas guitarreadas yo cantaba mis canciones y Moris, Javier y Tango cantaban las suyas. Esa época fue bastante parecida a la del tango.
Entre esos bares estaba la pizzería La Perla (del Once), frente a Plaza Miserere, en la esquina de las avenidas Rivadavia y Jujuy. El lugar era un punto de encuentro habitual porque estaba a la vuelta de la pensión Santa Rosa en la que vivían Litto Nebbia y otros siete músicos (entre ellos Ciro Fogliatta y Kay Galifi), sobre Rivadavia. En la zona vivía Alejandro Medina (futuro Manal), también sobre Rivadavia pero algunas cuadras hacia el oeste.
En La Perla siempre había un silencio total, como si fuera una biblioteca pública. Asistían sólo jóvenes estudiantes a preparar sus materias, así que el lugar no cerraba en toda la noche y siempre estaba lleno (Litto Nebbia)
Íbamos a los baños a tocar la guitarra, porque aunque olía mal, la acústica era fantástica (Daniel Irigoyen)15
Otro que recuerda las reuniones de La Perla es Pipo Lernoud, el poeta beat de esa primera generación:
Se llegaba a La Perla al salir de La Cueva, caminando lo más derecho posible hacia la izquierda unas 20 cuadras. En ese lugar se armaba una cosa muy caliente. Todo el mundo traía su cuadernito, su libretita, sus papelitos donde tenía anotado algo: una canción o una frase que había leído. No era que nos sentábamos y nos quedábamos callados. Era todo el tiempo divague, conversar y mostrar lo que teníamos escrito.
La madrugada del «rock nacional»
La madrugada del 2 de julio de 1967, Tanguito le dijo a Litto Nebbia que tenía el esbozo de una canción; ambos estuvieron en el baño de caballeros del bar «la Perla del Once» y allí compusieron la canción.
Musicalmente, La balsa está compuesta de dos partes principales unidas por un puente y un final. Tanguito aportó la dura frase inicial («estoy muy solo y triste en este mundo de mierda»), que luego fue morigerada. También aportó la estructura musical y temática elemental del cuerpo principal, incluyendo las nociones de «balsa», «naufragar» y «locura», inspirado en el bolero La barca de José Feliciano. Litto Nebbia aportó el puente18 («Tengo que conseguir mucha madera») y el final («a naufragar, a naufragar, a naufragar»), así como una mayor complejidad de la melodía y de las armonías inspiradas en la bossa nova que conocía bien (especialmente Tom Jobim), así como el riff tan característico del tema.
Hay cierto consenso también en que no fue el resultado de una sola noche, sino de un trabajo de varios días, en el que ambos (sobre todo Litto Nebbia) fueron pensando en el tema por separado, hasta que lo concretaron en el baño de la pizzería en una noche final.

La leyenda negra de «La balsa»
Se ha discutido mucho y se sigue discutiendo «quién hizo qué» al componer La balsa.
Según Litto Nebbia, Tanguito sólo aportó la primera frase («estoy muy solo y triste en este mundo de mierda») y él compuso el resto de la letra y la música, además de cambiar parcialmente la frase creada por Tanguito.
Tanguito me dice que vayamos al baño porque quiere mostrarme un comienzo que tiene y no sabe como seguir... Esto debido a que le impresionaba que yo manejaba muchas cosas de armonía y el solo tocaba en un tono (el Mi). Allí me muestra ese comienzo y yo tomo la guitarra y sigo la letra y la música hasta completarla.
Sin embargo otros testigos, como Javier Martínez (futuro Manal) o Pajarito Zaguri (futuro Los Náufragos y La Barra de Chocolate) han sostenido que el aporte de Tanguito fue mucho mayor que el que reconoce Nebbia.
Javier Martínez y Jorge Álvarez (productor del sello Mandioca) fueron quienes originaron la leyenda negra de que La balsa era obra exclusiva de Tanguito y que Litto Nebbia se había aprovechado de él. Eso sucedió en 1973, luego de la muerte de Tanguito, cuando el sello Mandioca lanzó el álbum Tango, una recopilación de grabaciones realizadas en forma descuidada entre 1969 y 1971, acompañado solo con su guitarra. El último tema del álbum era, precisamente, la angustiosa versión de Tanguito de La balsa. Pero en el registro Jorge Álvarez decidió incluir también la voz de Javier Martínez incitando a Tanguito a cantar La balsa (a lo que éste primero se niega), diciendo «la balsa es tuya» y repitiendo varias veces de manera extrañamente rítmica, casi como si fuera un coro hablado de la canción: «en el baño de la Perla del Once compusiste La balsa». La frase terminó de ser inmortalizada por León Gieco al incluirla en su exitoso tema Los Salieris de Charly.
Años después Martínez se arrepintió de haber dado lugar a la confusión que originó el mito:
El periodismo y el mundo del espectáculo funcionan con controversias, y por eso se malinterpretó aquella frase que dije en el disco de Tango, En el baño de la Perla del Once compusiste La balsa. No quise decir que él fuera el único autor; ése es un mito. La verdad de la milanesa es que la escribieron los dos, Nebbia y Tango, y yo fui testigo presencial en una mesa de La Perla. Tango le mostró la primera parte a Litto, y al día siguiente él trajo el resto. Así se parió La balsa.
Sin embargo la leyenda negra ya había adquirido vida propia y fue además masivamente potenciada mediante la exitosa película Tango feroz: la leyenda de Tanguito (1992) de Marcelo Piñeyro que, muy cuestionada en su relato histórico, adoptó la versión y cristalizó el mito de Tanguito como único autor de La balsa. Antes de realizar la película, Piñeyro tuvo un duro enfrentamiento con Litto Nebbia, debido a que éste se negó a ceder el tema de La balsa para la película.
Pajarito Zaguri, uno de los músicos fundadores del rock argentino y habitué de La balsa, ha contado que él y Tanguito habían escuchado el bolero La barca cantado por José Feliciano y que el mismo influyó notablemente la creación de Tanguito y Nebbia, tanto en el título como varias partes de la letra:
¿Sabés de donde sacó Tango la idea de La balsa? Un día que en la radio pasaban el bolero de José Feliciano La barca. De repente, Tango dijo: «Lindo, ¿eh?». Se había pegado con la canción.
Efectivamente, como puede verse en la letra parcialmente citada a continuación, el bolero La barca tiene notables coincidencias con La balsa que permiten comprender la transferencia creativa realizada por Tanguito:
Hoy mi playa se viste de amargura
porque tu barca tiene que partir
a cruzar otros mares de locura
cuida que no naufragues tu vivir.
La difusión de la leyenda negra sobre La balsa, llevó a que Litto Nebbia padeciera una especie de maldición, negándose por décadas a tocar el tema. De este modo y paradójicamente, ninguno de sus autores pudo disfrutar plenamente el hecho de haber compuesto una canción que cambió la historia del rock en español y la cultura argentina.
Grabación y éxito: «La balsa», el tema del verano
Cuando Tanguito y Litto Nebbia compusieron La balsa, Los Gatos, que eran quienes en realidad estaban contratados para tocar como banda permanente en La Cueva, no habían grabado aún ningún disco. Litto presentó el tema a la banda y a los productores de RCA, quienes aceptaron grabar un disco simple, con La balsa como lado A. En el lado B se decidió grabar Ayer nomás, de Moris y Pipo Lernoud. Litto Nebbia modificó las letras de ambos temas para morigerarlos, algo que algunos críticos han cuestionado, pero que otros, así como los músicos involucrados, han defendido como parte de una actitud, entonces indispensable, para sacar al rock argentino del lugar marginal en el que estaba y transformarlo en un fenómeno masivo. El disco consignaba que La balsa era un tema de Litto Nebbia y Ramsés VII, éste último el nombre artístico adoptado por Tanguito.
El 3 de julio de 1967, día considerado de nacimiento del rock argentino, RCA lanzó el simple al mercado. El disco fue un éxito extraordinario, vendiendo más de 250.000 copias. La cantidad es impresionante si se compara con las ventas de otros discos de rock cantado en español en esos años, como Rebelde de los Beatniks que no superó los 600 discos vendidos. El consenso general hasta ese momento era que el rock solo gustaba si era cantado en inglés.
Pocos meses después Los Gatos lanzaban su primer álbum, con todos temas de rock en español compuestos por Litto Nebbia, encabezado por La balsa, y que incluía también dos temas que se volvieron éxito: Ayer nomás y El rey Lloró.
El éxito de ventas, pronto abrió las puertas de la televisión y Los Gatos con Litto Nebbia a la cabeza, se volvieron "rock stars". También por entonces Tanguito cantó varios temas, entre ellos La balsa, en Sábados circulares de Mancera, uno de los programas de mayor difusión de la televisión argentina. Poco después La balsa se constituía en el tema del verano 1967/1968.25
En los siguientes tres años Los Gatos sacarían cinco álbumes, que incluirían muchos otros éxitos del rock argentino, como Los Payasos no Saben Reír, Viento Dile a la Lluvia, Seremos Amigos, La Chica del Paraguas, Mañana, Eres un hada al fin, Sueña y Corre, El Otro Yo del Sr. Negocios, Soy de Cualquier Lugar, Escúchame, alúmbrame, Rock de la mujer perdida, Mujer de Carbón.


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