lunes, 9 de septiembre de 2013

Go west por Pet shop Boys

Go West" es una canción que fue grabada en 1979 por la banda Village People. Dicha canción no fue
La versión de los Pet Shop Boys tuvo su origen en 1992, cuando Derek Jarman les pidió al duo que se
presentaran en un evento de caridad para el SIDA en el club nocturno de Manchester llamado La Haçienda, Chris Lowe integrante del dúo seleccionó "Go West" como la canción que interpretarían. Debido a que el cantante Neil Tennant no se pudo acordar de la letra durante esa presentación, ambos decidieron grabarla como un sencillo.
La versión original de la canción hecha por el dúo, programada para un lanzamiento anterior en 1992 como un sencillo no incluido en el álbum, nunca fue usada; tanto ésta como un lado B inédito; "Forever in Love" fueron lanzados en la reedición expandida del 2001 de su álbum Very.
El lanzamiento final del sencillo, en 1993 fue el segundo sencillo de Very e incluía remixes de Brothers in Rhytm, Farley & Heller, Kevin Saunderson y Mark Stent; el nuevo lado-B "Shameless" fue incluido en el musical del grupo, titulado "Closer to Heaven". El lanzamiento del sencillo en 1993 llegó al número dos en las listas de popularidad en el Reino Unido, y al número uno en Alemania; en ambos países, fue el sencillo de mayor popularidad del grupo en los años 1990 y 2000 (hasta ahora). "Go West" se ha convertido desde entonces en la canción que tradicionalmente utilizan para el cierre de sus conciertos.
En cuanto a la letra de la canción, el título de la canción se atribuye a la frase del siglo XIX"Ve al Oeste, jovencito" (en inglés Go West, young man) atribuida al periodista Horace Greeley, un apoyo a la colonización del Oeste de Estados Unidos; de igual manera, "Go West" se entiende generalmente como una expresión del sentimiento popular que se tenía de la ciudad californiana de San Francisco como una utopía del movimiento deLiberación Homosexual.
Tambien es bueno señalar que la versión original era sincera en cuanto a su representación de una utopía a diferencia con la versión de los Pet Shop Boys,que fiel a la característica de la banda, introdujo un subtexto inspirado por las consecuencias de la pandemia del SIDA en los años 1980 y cómo ésta había afectado la supuesta utopía de la versión original.
Esta canción tiene la particularidad de haber sido adoptada por fanáticos del fútbol en algunos países. Por ejemplo en Argenina la hinchada de Rosario Central (club del cual era hincha el Che Guevara) la entona bajo el titulo "Quiero que salgas campeón". En Inglaterra, para varios cantos, como el del equipo Arsenal; "One-nil to the Arsenal", o el de West Bromwich Albion; "Go West Bromwich Albion".

tan popular como otros sencillos del grupo lanzados en ese tiempo, como"YMCA" o "In the Navy"; sin embargo la canción fue todo un éxito de ventas cuando en 1993 el dúo Pet Shop Boys grabó un cóver de la misma para su disco "Very".

Existe una versión orquestada de la canción que fue adoptada por la FIFA como tema oficial de la Copa Mundial del 2006. Titulada "Stand Up! (Champions Theme)", fue cantada dentro de los estadios al final de cada partido del torneo y la interpreta Patrizio Buanne.

lunes, 12 de agosto de 2013

Cleopatra VII: mito, leyenda e historia


En el año 30 a. d. C. ponía fin a su vida y de una manera bastante teatral, Cleopatra VII,

la última reina de Egipto. La elección del suicidio y los propios avatares de su existencia
convirtieron a esta singular mujer en un mito, que se ha mantenido vivo hasta el presente. Sin
menosprecio del interés suscitado entre los historiadores, han sido sobre todo poetas,
dramaturgos, novelistas, pintores, músicos y cineastas quienes han evocado la figura de
Cleopatra, elaborando un modelo femenino con frecuencia muy alejado del personaje histórico.
Ciertamente, se tiende a identificar a Cleopatra con una mujer extraordinaria y poco
común; no en vano, representa al personaje femenino más famoso de la Antigüedad. En general,
se subraya su deslumbrante belleza y atractivo físico, acompañados de un encanto personal y
una notoria sensualidad. Aunque se le atribuyen inteligencia, cultura y poder, también se la
describe como astuta, ambiciosa o manipuladora, e incluso engañadora y perversa. En
demasiadas ocasiones, se la presenta como mujer fatal, amiga de orgías y entregada al placer.
Con tales atributos, Cleopatra ha sido ante todo la reina exótica por excelencia, en concordancia
con su origen oriental.
La biografía de esta reina se reconstruye a partir de la relación amorosa que mantuvo
con César y Marco Antonio. Por la influencia de ambos personajes como amantes suyos, - el
matrimonio con Marco Antonio nunca fue reconocido en Roma -, Cleopatra se transformó en un
mito femenino de la pasión amorosa, y se ha tendido a soslayar que tales uniones respondieron a
razones políticas y estratégicas, encaminadas a preservar la independencia del Egipto
ptolemaico que gobernaba esta mujer.

1. Mitos y leyenda en torno a Cleopatra
En realidad, la imagen de Cleopatra imperante a lo largo de la historia y hoy en día, sólo
parcialmente se inspira en la vida real de la última reina egipcia; de ahí la afirmación, no
exagerada, de que fue el personaje histórico más adulterado de la Antigüedad.
Probablemente, el punto de partida de la leyenda y mito de esta mujer ha de situarse en W.
Shakespeare y su conocida tragedia Marco Antonio y Cleopatra (estrenada en 1607), para
cuya elaboración se sirvió de las noticias de Plutarco; este último, historiador griego del siglo II,
da la impresión, a veces, de referirse más a una prostituta que a una reina cuando narra su vida
junto a César y Marco Antonio.
El genial dramaturgo nos legó imágenes intemporales de personajes extraordinarios, de
la pasión amorosa y sus consecuencias cuando se mezclan con el poder, y de ahí surgieron
múltiples recreaciones literarias, pero también cinematográficas. De estas últimas, destaca el
caso de Mankiewicz, quien dirigió dos magníficas películas, recogiendo información y textos
inspirados en el autor inglés. En concreto, me refiero a César y a Cleopatra, estrenadas en 1953
y 1963 respectivamente. Al igual que en el texto shakesperiano, la primera cinta no alude a las
relaciones entre Cleopatra y el dictador, dato bastante significativo. No obstante, la reina egipciaserá obviamente la protagonista de la película con su nombre y que se ha llegado a considerar
una de las obras más espectaculares de la historia del cine.
Como director al servicio de la industria cinematográfica, Mankiewicz se vio obligado a
utilizar los típicos recursos hollywodenses en su reconstrucción de la vida de Cleopatra. Al
parecer, la primacía de los intereses comerciales ensombreció el respeto al rigor histórico que el
cineasta deseaba mantener; de ahí determinadas escenas con vestuario y decorados acartonados,
más propios del género del peplum que del ambiente característico del Egipto antiguo y que se
pretendía recrear. No obstante, con esta película se logró popularizar a una Cleopatra reina, cuya
vida provocó la admiración del gran público. El éxito de esta obra se debe, sin duda, a que el
director supo dibujar la compleja personalidad de una mujer que alcanzó y se mantuvo en el
poder en una época en la que los estados eran regidos por hombres. En este sentido, la película
es ante todo el retrato de un personaje femenino, y de ahí su revalorización con el paso del
tiempo. Sin duda, la labor de este director sirvió para que muchos imaginemos a una Cleopatra
con los rasgos de Elizabeth Taylor, eclipsando definitivamente a Theda Bara, Claudette Colbert,
Vivien Leigh o Sofía Loren, entre otras notables actrices que representaron a la mítica egipcia
en anteriores versiones.
Posiblemente Shakespeare en la literatura y Mankiewicz en el cine produjeron los
modelos de Cleopatra más conocidos, perdurables y de mayor influencia, pero no fueron los
únicos. Como mujer bella, sensual y poderosa, el personaje de la reina egipcia impregna la
historia de la pintura; las escenas más repetidas son las de Cleopatra, lujosamente engalanada en
suntuosos banquetes, acompañada de Marco Antonio o de su enemigo Octavio, además de
recrear su espectacular suicidio. En el cine, además de Mankiewicz, muchos han sido los
directores que se han preocupado de la legendaria Cleopatra. Sin duda, fue el personaje
femenino de la antigüedad que inspiró más películas, un número muy notable en la época del
cine mudo, y la primera se realizó en la temprana fecha de 1899 por G. Melies. A pesar de su
falta de rigor histórico, destacan las obras de Cecil B. de Mille, estrenada en 1934, y de Pascal
en 1945. Una de las últimas producciones la dirigió Charlton Heston en los años setenta, pero
posee escaso interés; igual ocurre en la versión infantil de la caprichosa y pizpireta Cleopatra, a
la que ayudan Asterix y Obelix en la rápida construcción del palacio con el que pretendía
deslumbrar al romano presuntuoso de nombre César. Ha de señalarse que las actrices elegidas
para protagonizar a Cleopatra, solían ser mujeres cuya vida se suponía que guardaba
paralelismos con la de la reina, por su belleza exótica, actitudes libertinas y exhibición de
aventuras amorosas. 
No obstante, los autores literarios han sido los más interesados en el mito de Cleopatra,
sobre todo como representación de la mujer apasionada. Incluso, se ha llegado a decir que es
posible detectar la imagen cambiante que se ha tenido de las mujeres a lo largo de la historia a
partir de las creaciones literarias en torno a la reina egipcia. Por citar unos breves ejemplos, en
la época medieval Dante y Bocaccio ya imaginaban a una Cleopatra sensual, lo que hicieron
otros muchos literatos posteriores, como el español Zorrilla. G.B. Shaw nos presenta a una
joven estúpida, mientras que A. France o T. Moix, sin prescindir de la Cleopatra que sintió un
intenso amor por Marco Antonio, la tratan con benevolencia. La novela de aventuras también
acabó asociándose a la sensual Cleopatra, como revela la obra de Rider Haggard de 1889. La
lista se completa con las numerosas publicaciones de este siglo, más próximas a la novela
histórica que a los trabajos de investigación, en las que se indaga en la psicología de esta mujer
como hace Ludwig, en su falta de autocontrol como Bostock o en la de una reina, con todo lo
que comporta, como cuentan Wertheimer, Bradford o Peyramaure, entre otros.En general y a pesar de sus evidentes limitaciones, de la Cleopatra cinematográfica y
literaria se pueden extraer rasgos de lo que fue la reina histórica y que precisamente provocaron
la enorme atracción por el personaje. Es decir, una mujer que ejerció un gran poder porque
gobernó por si sola un reino y lo hizo con dificultades; utilizó y se enfrentó a políticos y
militares romanos, los hombres más poderosos de su tiempo; aspiró a dominar el mundo junto a
estos hombres; se empeñó en mostrar el futuro control del Mediterráneo como una oriental y
fracasó; retó al hombre que acabó dominando un Imperio y el propio país de la reina, y en este
empeño, acabó perdiendo el reino y su propia vida. Por último, fue vencida y el vencedor,
Octavio-Augusto, presentó a Cleopatra como la feroz y terrible enemiga de los romanos, como
en su tiempo lo había sido Aníbal. 
El enfrentamiento con el creador del Principado, es precisamente el dato que más ha
interesado a los historiadores, quienes han estudiado a Cleopatra no como reina egipcia, sino
como la gobernante extranjera que cuestionó el poder de Roma en Oriente. Al mostrar tales
actitudes, los investigadores no hacen más que reproducir las propias de los romanos de la
época, quienes se encargaron de elaborar esa biografía distorsionada de la gobernante egipcia
para justificar, en última instancia, el dominio de Roma en el Egipto ptolemaico.
En efecto, si algo caracteriza la información legada por los autores antiguos sobre
Cleopatra, es su actitud hostil, lo que parece evidenciar el temor, que, aún muerta, seguía
inspirando. También ha de señalarse que las noticias sobre la biografía de esta reina son más
escasas de lo que pudiera pensarse y los calificativos que le dedican están impregnadas de una
clara animadversión hacia el personaje. De hecho, es calificada con frecuencia de meretriz o
cortesana, e intencionadamente se exageran los episodios que puedan revelar su afán por
ejercer el dominio de Roma a través de César y Marco Antonio.
La hostilidad de la literatura grecorromana ante Cleopatra se revela, por ejemplo, en
Cicerón, quien como republicano y defensor de las viejas tradiciones de Occidente no podía
aceptar el estilo oriental y la concepción del poder dinástico del Egipto ptolemaico. Pero, más
abiertamente, el odio a Cleopatra se percibe en el círculo de poetas e historiadores de Augusto,
como revelan de forma elocuente los juicios despectivos de Horacio y Virgilio, entre otros.
También nos encontramos a otros enemigos como Flavio Josefo, defensor de la causa judía y
que ataca a Cleopatra por su enemistad con la dinastía de Judea. Similares actitudes se detectan
en autores posteriores como Apiano, Suetonio o Plinio, claros defensores del orden romano.
Algunos fueron incapaces de transmitirnos una verdad a la que debieron tener difícil acceso
como ocurrió con Plutarco o Dión Casio; éstos son los únicos que parecen prescindir de los
prejuicios presentes en la época de Augusto, pero en su retrato de la reina continúan recreándose
en sus relaciones amorosas, especialmente en las mantenidas con Marco Antonio. Precisamente
de Plutarco proceden la mayor parte de los datos con los que se reconstruye la biografía de la
reina, dada su presencia en las Vidas de César y, en especial, de Marco Antonio.
Aunque las actitudes de los autores grecorromanos pueden entenderse en el contexto de
la época, resulta llamativo que en la historiografía actual se hayan utilizado de manera acrítica
sus informaciones para reconstruir la época y la vida de Cleopatra. El personaje ha interesado a
gran número de historiadores muy tempranamente, pues la primera biografía histórica procede
de 1864 y los estudios se generalizaron en las universidades europeas a lo largo de esta centuria.
En general y salvo excepciones, se ha tendido a proporcionar una visión de la reina, muy ceñida
a la imagen dada por la literatura antigua, es decir, impregnada de los mismos prejuicios, y que
refuerza la imagen de una Cleopatra como gobernante ambiciosa y mujer apasionada.De tal actitud, se encuentran múltiples ejemplos, entre los que sobresale el de R. Syme;
así, en su obra, La Revolución romana, el prestigioso profesor de Oxford no duda en
identificar a Cleopatra con una mujer astuta y seductora, adjudicándole mumerosos amantes,
que identifica con reyes de Oriente; hecho que no puede probarse en ninguna fuente. Otros
como A. Bouché-Leclerq la tildan de comediante. Más comedidos en sus juicios, W. Tarn y
M.P. Charlesworth consideran que "la reina estaba dotada con el encanto propio de una mujer
y el cerebro de un hombre (...) y aspiraba al poder"; tales afirmaciones convierten a Tarn en
uno de los historiadores conocidos por su defensa de la reina oriental.
 Parece entonces, que ni los propios historiadores, que deberían regirse por criterios más
rigurosos, han sido incapaces de sustraerse a los evidentes prejuicios de los autores antiguos.
Con sus investigaciones históricas han contribuido, y de manera muy eficaz, a mantener la
imagen distorsionada del personaje, tal y como había sido creado en el pasado. En el fondo, ello
quizá se deba a su defensa de un orden patriarcal, para lo cual les resultaba útil resaltar las
desventajas del poder femenino, asociado a los excesos, las pasiones o la falta de autocontrol.
Pero tampoco conviene olvidar que Cleopatra representa el exotismo oriental, sobre el que
triunfan las recias tradiciones de Occidente.
Tales planteamientos históricos se han defendido hasta hace poco tiempo pero, por
fortuna, han comenzado a publicarse obras como las de M. Grant para mostrar de qué modo los
prejuicios del presente determinan las interpretaciones sobre los hechos del pasado. La
superioridad de Occidente frente a Oriente e incluso la oposición entre lo masculino y lo
femenino acaban siendo los elementos fundamentales en la lucha final entre Cleopatra, la
egipcia, y Octavio, el romano. En este sentido, ha de señalarse que la propia novela histórica ha
buscado una aproximación a la Cleopatra real, viéndola ante todo como una reina egipcia;
magistralmente, lo ha hecho M. George en sus Memorias de Cleopatra, a quien se le puede
perdonar la invención de ciertos datos, excusables por motivos literarios.
Gracias a estas y otras recientes publicaciones, se han podido descubrir actitudes
desconocidas de la reina Cleopatra. Por ejemplo, su papel como madre, a la que preocupaba
obsesivamente el futuro de sus hijos y desde su mismo nacimiento. A la vez, se destaca su labor
política, pues por encima de las anécdotas amorosas, que han contribuido a forjar esa imagen
frívola y superficial, Cleopatra actuó como una reina de Egipto. Si puede afirmarse que exhibió
una vida lujosa, lo hizo porque era lo que convenía a la dignidad de una reina oriental y
ptolemaica. Tal comportamiento dista mucho de esas Cleopatras ambiciosas, sensuales,
caprichosas, en suma las de una mujer que veló por su dirigir su vida sin pensar en las
consecuencias para su pueblo y familia.
 Un acercamiento a episodios fundamentales de la vida de esta mujer que nació en el año
69 a.C. y murió en el 30 a.C., nos permiten contemplar a una reina que reflexionaba y calculaba
detenidamente la toma de sus decisiones, teniendo en cuenta siempre el interés de su reino y el
de sus hijos. El desarrollo de su vida y la elección de su propia muerte, serán las pruebas más
elocuentes.

2. La ciudad de Alejandría
La vida de Cleopatra está íntimamente ligada a la ciudad en la que nació, Alejandría,
capital del reino creado por la dinastía ptolemaica. Desde su fundación en el año 331 por
Alejandro Magno que le dio nombre, este enclave de la costa egipcia fue uno de los más
importantes de todo el Mediterráneo. La ciudad disponía de bellos y lujosos edificios de mármol
blanco que recorrían la gran avenida -la llamada Vía Canópica, de 300 metros de ancho y 5kilómetros de largo-; contaba con el conocido faro, la famosa biblioteca y el museo - lugar en el
que los eruditos y científicos de la época trabajaban para sus reyes -, el mausoleo de Alejandro,
suntuosos templos y hermosos jardines. Era una comunidad culta y cosmopolita, donde
convivían griegos, egipcios y orientales, y que atrapaba a los visitantes.
 Alejandría simbolizaba el lujo y riqueza del reino. Sus gobernantes, y en concreto
Cleopatra, se impregnaron del espíritu alejandrino, que mezclaba lo mejor de las expresiones
culturales de Oriente y Grecia. No hay duda de que esta ciudad fue amada por la reina y por los
principales romanos con los que se relacionó. Aquí se desarrollaron principalmente las primeras
etapas de su vida, sin apenas trasladarse al resto del reino, sobre todo a la zona de las pirámides
de los antiguos faraones. Estos años los dedicó a prepararse como una ejemplar descendiente de
los Ptolomeos. Por entonces, estudió y procuró familiarizarse con los asuntos del reino, llegando
a conocer varias lenguas, lo que le permitió prescindir del intérprete en sus audiencias y
encuentros con los reyes extranjeros. En suma, su origen alejandrino determinó su admiración
por la cultura griega y el saber científico de los orientales, en especial de los egipcios.
La dedicación a los asuntos políticos e intelectuales no impidió a Cleopatra renunciar al
cuidado de su cuerpo y aspecto físico. Al parecer, era una mujer muy preocupada por su imagen
externa, a la que otorgaba gran importancia en sus apariciones públicas, en las que prestaba gran
atención a su indumentaria en lo relacionado con el vestido y los adornos. Usaba ropajes que la
igualaban con las diosas Isis o Afrodita, es decir, con el legendario poder de los faraones o con
sus ascendientes macedonios o griegos. A pesar de la leyenda, su belleza no debió ser tan
espectacular, pues se suele resaltar la superioridad de la poseída por Octavia, una de las esposas
de Marco Antonio. Se desconoce como era el color de su piel, pelo y ojos, pero por su origen
macedonio quizá fuese de tez clara y cabello rubio. Su nariz era grande, como la boca, arqueada,
tal y como aparece en algunas monedas, que muestran el marcado carácter griego. Sin duda, era
de estatura pequeña, como evidencia la forma en que se presentó ante César, envuelta en una
alfombra o fardo de ropa que llevó uno de sus criados. De ella no se ha conservado ninguna
escultura, salvo un pequeño busto, y su efigie aparece en un reducido número de piezas
numismáticas, en las que no se aprecia su supuesta belleza, sino el excesivo tamaño de su nariz,
e incluso su forma ganchuda. Sí se conoce su afán por utilizar cosméticos, costumbre
característica de Oriente y luego imitada en Roma. Tras su muerte, se difundió un tratado de
cosmética que falsamente se atribuía a la reina o a los productos que ella usaba.
Se ignora quien fue la madre de Cleopatra, pero es seguro el nombre de su padre,
Ptolomeo XII Auletes o El Flautista, que gustaba identificarse con Dionisio, en lo que debió
influir su afición al vino, y a ello unía su gusto por la música. Su padre tuvo además otros cinco
hijos más, tres mujeres (Cleopatra VI, Berenice IV y Arsinoe) y dos varones (ambos con el
nombre de Ptolomeo). Al parecer siempre prefirió a nuestra Cleopatra, tercera en la sucesión al
reino. A pesar de las buenas relaciones que debió mantener con su progenitor, quien acabó
nombrándola reina junto a su hermano, Cleopatra, una vez en el trono, se distanció de la política
paterna respecto a Roma e intentó retomar la obra de los fundadores de la dinastía ptolemaica, a
los que imitó en bastantes comportamientos y actitudes.

3. Egipto y la dinastía de los Ptolemaicos
En efecto, Cleopatra no podía emular a las mujeres de los gobernantes del Egipto
faraónico, ya que este reino era muy distinto después de la irrupción de Alejandro Magno. El
gran conquistador había dominado Egipto y, tras su muerte, lo tomó para si y para susdescendientes uno de sus más prestigiosos generales, Ptolomeo Lágida, así llamado porque era
hijo del macedonio Lagos, y fundador de la dinastía de su nombre. Para lograr su objetivo,
mantuvo una lucha contra los egipcios, que concluyó con la victoria de los griegos. Esta familia
controló un reino africano durante tres siglos y lo hizo como estirpe extranjera, lo que revela el
hecho de no preocuparse por el aprendizaje de la lengua de sus súbditos. La primera de los
Ptolomeos que habló egipcio fue Cleopatra, según afirma Plutarco, lo que, unido a otras
actitudes, le granjeó una notable popularidad entre la población nativa.
Los primeros Ptolomeos aprovecharon los enormes recursos de este país, el más rico del
Mediterráneo por su próspera agricultura y activo comercio, exigiendo onerosos tributos a su
pueblo para mantener una corte de claro tinte oriental, que hacía constante ostentación de lujo y
riqueza. Los Lágidas actuaron como generosos mecenas, lo que se manifiesta en las
construcciones de Alejandría, y asumieron la costumbre oriental de considerarse dioses en vida;
tal y cómo hacía Cleopatra, quien solía presentarse como una encarnación de Afrodita o Isis. La
identificación divina y el sentimiento de superioridad sobre cualquier mortal, justificaban la
práctica habitual del incesto entre los miembros de la familia gobernante. El rey solía casarse
con sus hermanas y la reina asumía la misma dignidad que el esposo. Este protagonismo
convirtió a las mujeres de ptolemaicas en personajes muy activos en la política y, en concreto,
en el nombramiento del sucesor. Las conspiraciones, violencia, asesinatos de hermanos, hijos,
padres, etc. fueron una nota común en la historia de la dinastía, en la que los parientes
femeninos participaron muy activamente en la toma de decisiones. El refinamiento de algunas
crueles perversiones, clara manifestación de la degradación moral de estos ptolemaicos, se hizo
visible a partir de la cuarta generación. Curiosamente Ptolomeo XII ascendió al poder como
hijo ilegítimo de su padre.
La decadencia de los gobernantes ptolemaicos se unió a la expansión romana por el
Mediterráneo. Las zonas más ricas y poderosas caían en manos de Roma y parecía que ese sería
el destino de Egipto. Cuando el peligro romano era cada vez más amenazante, los Ptolemaicos
practicaron la política de la amistad y adulación, e incluso el soborno como hizo el propio padre
de Cleopatra para lograr el apoyo de Pompeyo. Con anterioridad, Ptolomeo VIII el Hinchado ya
había enseñado su reino a Escipión en el año 139. No obstante, los dirigentes romanos
retrasaban la conquista del país africano, pues temían que el futuro gobernador se convirtiese en
un personaje demasiado poderoso y peligroso para la República; de ahí, la opción de
considerarlo aliado y amigo de Roma, lo que también les permitía aprovecharse de su riqueza y
fuerza militar, enviadas en forma de regalo. No obstante, en la época de Cleopatra, Egipto se
había convertido claramente en un estado títere de Roma.
En tales circunstancias asumía Cleopatra el gobierno de su reino, tras desembarazarse de
las hermanas que la precedían en tal derecho. De las dos primeras se libró, porque ellas habían
depuesto a su padre, aprovechando el viaje que éste había hecho a Roma para sobornar a los
políticos republicanos - tuvo que entregar 6.000 talentos para mantener su título de rey -.
Cuando Ptolomeo Auletes regresó, retomó el poder y mandó asesinar a sus hijas, en concreto a
Berenice, pues la primera Cleopatra ya había fallecido. Tras su muerte, en el año 51, y como era
su voluntad, le sucedieron sus hijos Ptolomeo XIII, de 10 años, y Cleopatra VII, de 18 años,
convertida en esposa de éste último.
Las difíciles relaciones entre los hermanos, alentadas por la enemistad entre los
consejeros del nuevo rey y Cleopatra, desembocaron en enfrentamientos armados. Las acciones
de Aquilas, el militar, Potino, el eunuco y encargado de las finanzas, y Teodoto, el tutor, fueron
decisivas en el desencadenamiento de la guerra fratricida. La reina abandonó la capital del reinoy se trasladó a Siria, donde preparó su propia fuerza armada; cuando se encontraba en Pelusio,
ya en Egipto, se le informó de la presencia de César en Alejandría. La llegada del notable
general republicano respondía a la tradicional política de Roma en Oriente; en última instancia,
se trataba de controlar los asuntos internos de sus estados vasallos, protegiendo al gobernante
que mejor defendiera sus intereses.

4. César y Egipto.
César llegaba a Egipto sobre todo en persecución de Pompeyo, derrotado en la batalla
de Farsalia, lo que le convertía en dueño único y absoluto de Roma. Los hechos acontecían en el
año 48 y Pompeyo buscó refugio en Egipto, invocando su vieja amistad con el fallecido rey.
Mediante un engaño, urdido por los consejeros del hermano de la reina, se le hizo creer que
estaría a salvo en el país africano. Ante tales garantías, el hombre vencido en Farsalia bajó de su
nave, anclada en alta mar cerca de Pelusio, y se trasladó a una pequeña embarcación que se
dirigía a la costa. Su esposa permaneció en la galera grande y contempló como se procedía a
degollarlo y a despojarlo de su anillo de cónsul. Tal era el presente que el círculo de Ptolomeo
quería ofrecer al vencedor César, pretendiendo recibir la aprobación satisfactoria del nuevo jefe
de Roma. En tales hechos Cleopatra no había intervenido, y a César le disgustó notablemente
que a un noble romano le hubiesen asesinado, de forma vil y cruel, unos bárbaros orientales.
 Mientras ésto ocurría, Cleopatra esperaba un encuentro con César, que le permitiese
desembarazarse de su odioso hermano y continuar como gobernante, para lo que acabó
aprovechándose del malestar generado por el círculo de Ptolemo XIII. La reina estaba fuera de
Alejandría y para llegar a la ciudad sin ser reconocida, urdió la estratagema de esconderse en un
regalo que se le ofrecería a César. Tras ser llevada en una barca, se la trasladó oculta por la
ciudad, sin levantar sospechas, ya que estaba envuelta en una alfombra o fardo de ropa, y así fue
llevada a la presencia de César por un criado de su confianza, Apolodoro. Este episodio inicia la
relación política y también amorosa entre el romano y la egipcia, quien le hace ver los errores de
la política de Ptolomeo XIII y sus consejeros.
Al parecer César quería imponer la paz entre ambos hermanos y que los dos continuasen
gobernando Egipto. Las circunstancias de la muerte de Pompeyo y la influencia de Cleopatra le
hicieron cambiar de opinión, hasta el punto de que el dictador romano empleó a sus propios
legionarios en la defensa del bando de la reina, dirigiendo durante cinco meses la llamada
Guerra Alejandrina. En los diversos enfrentamientos y episodios (entre los que figuran el
incendio de la flota egipcia, que afectó a la propia biblioteca de Alejandría) los consejeros de
Ptolomeo murieron y el propio rey pereció ahogado en un pequeño combate naval en el año 47.
Con el beneplácito de César, Cleopatra continuó siendo reina, para lo que tuvo que
desposar a su hermano pequeño, Ptolomeo XIV, al que controló con facilidad; este también
murió, se dice que asesinado, en el 44. En este año, sólo había sobrevivido su hermana Arsinoe,
encarcelada por el propio César, ya que había pretendido usurpar el reino a Cleopatra, protegida
por Roma.
No obstante, su encuentro con César podía tener otros efectos sobre Egipto y su reina.
Por primera vez, Cleopatra debió concebir el plan de ampliar su poder, e incluso estudiar las
posibilidades de dominar Roma a través de su relación con César. Parecía un modo eficaz de
lograr la independencia de su reino respecto a Roma.
Al margen de los intereses políticos, la relación amorosa entre César y Cleopatra resulta
incuestionable. Posiblemente y por sus antecedentes fue César quien tomó la iniciativa de
seducir a la reina y convertirse en su primer amante. Con posterioridad, Cleopatra demostróhabilidad suficiente para retenerlo en su país más tiempo del previsto inicialmente. De todos es
sabido que el líder romano era un hombre de costumbres frugales en la comida, pero su
bisexualidad y escarceos con mujeres estaban muy difundidos; las coplas de los soldados no lo
ocultaban, sino que alardeaban de las costumbres amorosas de su general. En este momento era
el hombre más poderoso del Mediterráneo y, sin duda, poseía una personalidad de enorme
atractivo. Los datos de su biografía lo muestran como un gran militar y político, intelectual,
legislador y clemente con los enemigos, pero también debe recordarse que se proclamó jefe
absoluto o dictador.
Gracias a Cleopatra, César recorrió Egipto y tomó conciencia de las enormes riquezas
del país, de su cultura y costumbres. En especial, parece que le impresionó gratamente la
divinización de los reyes y el establecimiento de un poder dinástico. Tales concepciones
chocaban de forma abierta con la mentalidad republicana de un aristócrata romano, pero, en
última instancia, él había decidido acabar con la república para imponer un régimen personal.
Para lograr su objetivo, necesitaba un heredero varón, que nació justamente de su relación de
Cleopatra, y fue llamado Cesarión. Cuando este niño vino al mundo en julio del 47, su padre no
estaba en Egipto, sino que luchaba en Africa e intentaba llegar a Roma. Por razones evidentes,
el nacimiento de Cesarión se justificó ante los egipcios como fruto de la unión entre CésarAmmon y Cleopatra-Isis; así, con un origen divino se trataba de encubrir una unión ilegítima y
vergonzosa para la reina.

5. Cleopatra y su viaje a Roma
A pesar de que Cleopatra alumbró al heredero ansiado por César, éste nunca lo
reconoció como hijo suyo. Tal decisión habría conllevado el divorcio de una noble romana,
Calpurnia, con la que el dictador llevaba casado más de diez años sin descendencia. El agravio
hubiese sido terrible y de funestas consecuencias políticas, si esta mujer era sustituida por una
oriental, aunque fuese reina. No obstante, se ha llegado a decir que César, una vez consolidado
su posición en el poder, pretendía imponer una ley en Roma según la cual se admitiría la
poligamia; este mecanismo le permitiría legitimar su unión con Cleopatra, por todos conocida, y
a su heredero, sin insultar a su esposa romana. Esta información, de dudosa fiabilidad, procede
de Suetonio.
Sin embargo, ni este asunto está aclarado, ni lo están otros planes que realmente hubiese
ideado César en relación a Egipto, su reina y Cesarión. La confusión es notable y no se entiende
el llamamiento que le hizo a Cleopatra de que visitase Roma, acompañada de su hijo y también
de su esposo-hermano, lo que fue aceptado de manera inmediata por la gobernante egipcia. Su
llegada a Roma llamaría la atención por la compañía de eunucos, sirvientes, y la exhibición del
lujo oriental, pero no fue motivo de espectáculo público. En la capital, se hospedó en la villa
privada que César había construido junto al Tíber, vivió retirada y apenas participó en actos
oficiales, aunque los datos sobre estos episodios de su vida son demasiado escasos. En este
sentido, se ignora si asistió a la extraordinaria celebración de los triunfos militares, acontecida
en septiembre del 46, en los que desfilaban encadenados los jefes de los países vencidos, a los
que luego se ajusticiaba; el hecho de que figurase Egipto para conmemorar la victoria de la
Guerra Alejandrina y la presencia de su propia hermana Arsinoe, asimismo encadenada, a la que
se le perdonó la vida, no parece que lo hicieran un acto apropiado para ser visto por Cleopatra.
 Como hecho curioso, durante la estancia de la reina en Roma, César inauguró un
templo a Venus Genetrix, fundadora de su familia, en cuyo interior y junto a la imagen de la
diosa romana, colocó una estatua de oro con los rasgos de Cleopatra y vestida como Isis, laVenus egipcia. Tal acto parece mostrar el deseo de deificación por parte del dictador, pero no el
matrimonio que tanto ansiaba Cleopatra para consolidar su poder y, sobre todo, favorecer el
legado de Roma a su hijo Cesarión, que también lo era de César.
Este viaje, independientemente de otras valoraciones, nos revela el interés por conocer
las costumbres romanas e incluso el deseo de una oriental por occidentalizarse. Para ello,
Cleopatra abandonó su reino y permaneció año y medio en Roma - del otoño del 46 a la
primavera del 44 -; una ciudad que debió decepcionarla, ya que no se la podía comparar con la
bella Alejandría. La reina estaba protegida por César, pero supeditada a él, quizá porque
esperaba una unión legal, que nunca se produjo. Sólo consiguió que su sabio Sosígenes ayudara
a los romanos, y muy eficazmente, en la reforma del calendario.
 La muerte del dictador, con 56 años, el 15 de marzo del año 44, truncó
momentáneamente los planes, más políticos que personales, de Cleopatra. El asesinato de los
idus de marzo, pero en especial el conocimiento del testamento de César, en el que nombraba
heredero a Octavio, hijo de una sobrina-nieta por parte de su hermana, hicieron comprender a la
reina que momentáneamente debía renunciar a su sueño. Su vida y la de su hijo corrían peligro,
por lo que debía marcharse a Egipto y esperar el desarrollo de los acontecimientos. Jamás volvió
a Roma. 

6. Marco Antonio y su primer encuentro con Cleopatra
Los años inmediatos a la muerte de César hicieron renacer de nuevo la guerra civil. Los
amigos y partidarios de César persiguieron y derrotaron a sus enemigos, pero mientras
recuperaban el control de Roma, también pensaban en quien recogería el legado político del
dictador. Las luchas soterradas entre el heredero de sus bienes y que se consideró incluso de su
poder fue Octavio, pero Marco Antonio albergaba parecidos planes, como lugarteniente de
César y persona que había tomado la iniciativa en la persecución de los cesaricidas.
Inicialmente, ambos salvaron sus diferencias y decidieron compartir el poder junto con el tercer
triunviro llamado Lépido.
Cleopatra observaba la situación, y, al final, tomó partido por los amigos de César
cuando comprobó que serían ellos los triunfadores. Les prometió el envío de parte de una flota,
que al final no llegó a su destino, pretextando el episodio de una tempestad. Por esta razón,
porque Egipto no había ayudado con suficiente contundencia la causa de los cesarianos, Marco
Antonio convocó a Cleopatra a la ciudad siria de Tarso, cuando se encontraba allí en el año 41
dispuesto a reorganizar los asuntos de Oriente, mientras que sus colegas permanecían en
Occidente.
Este encuentro de Marco Antonio y Cleopatra ha sido objeto de todo tipo de
interpretaciones exageradas, considerándose que entonces se inició la historia de una gran
pasión amorosa y la transformación absoluta del militar romano en servidor de la reina. Se ha
llegado a afirmar que Marco Antonio se había prendado de Cleopatra cuando la contempló por
primera vez en un viaje a Egipto y ella contaba tan sólo catorce años; o que ansiaba dominar a la
que había sido compañera del gran César. Sin duda, en Tarso comenzó la unión amorosa entre
ambos, cuyo fruto, por cierto muy temprano, fue el nacimiento de sus hijos gemelos, pero
inicialmente la llamada a la reina se hizo por razones de nuevo políticas. No obstante, merece la
pena señalar que Cleopatra le mostró a Marco Antonio que ella marcaría la pauta en sus
relaciones, al contrario de lo ocurrido con César.
En efecto, Cleopatra se trasladó a Tarso, a instancias de Marco Antonio, pero desde el
principio se evidenciaron los planes de la reina. Ella parecía conocer bien el carácter de Marco
Antonio, cuyo apoyo deseaba granjearse. Sin duda se trataba de un hombre de rasgoscontradictorios, que aparecía como bebedor, mujeriego aunque homosexual en su juventud,
derrochador - disponía de una casa en Roma, la perteneciente en su día a Pompeyo, que ningún
noble romano quiso ocupar -, pero también poseía coraje, generosidad, una gran curiosidad
intelectual, y, sobre todo, era un admirador de costumbres orientales, antes incluso de conocer a
Cleopatra, y fruto de su educación en Atenas. Todo ello, pero en especial su filohelenismo,
hacían que Marco Antonio gustase de aparecer como un dios, emulando a Dionisio (dios del
vino y compañero de Venus); igual había hecho con Hércules, el héroe vinculado a su familia.
Quizá porque las comparaciones con César resultan inevitables, se destaca la supuesta debilidad
de su carácter, afirmándose que "se apropiaba de la naturaleza más fuerte que tenía más
cerca", como señala la novelista M. George y también bastantes historiadores. Pero ante todo,
no conviene olvidar que su obsesión era relanzar la campaña de la conquista de Oriente,
planeada por César y controlar los asuntos de Oriente en beneficio de Roma, lo que nunca logró.
 Para satisfacer las tendencias filoorientalistas de Marco Antonio, fue por lo que
Cleopatra se presentó ante el romano en una barca, emulando a una Afrodita salida del mar y
que iba al encuentro de su dios, Dionisio. La indumentaria divina de la reina, el lujo de la
embarcación o el derroche de los banquetes impresionaron sobre manera al entonces triunviro.
El la estaba esperando en el foro de la ciudad y se quedó solo, pues sus habitantes se fueron al
puerto para contemplar el espectáculo, oír la música, oler el aire impregnado de incienso que
emanaba de la barca real y contemplar la imagen de la reina que identificaron con la diosa por
su magnífica representación, tal y como narra Plutarco. El primer encuentro y banquete se
celebraron en la nave de Cleopatra, es decir en el territorio de la reina, donde la ostentación del
lujo tenía como objeto deslumbrar a Marco Antonio y convencerle de que Egipto era el país más
rico del mundo.
En los comienzos de esta relación, el general romano tomó conciencia de la necesidad
de los ingentes recursos del país egipcio para su empresa oriental, y de ahí la necesaria alianza
con Cleopatra. Después de la muerte inesperada del dictador, la reina ptolemaica consideró que
Marco Antonio le brindaba la oportunidad de llevar a cabo sus viejas aspiraciones de
independencia para Egipto y reconocimiento del papel de Cesarión
como hijo legítimo de César. En este momento, sólo consiguió que eliminara a su hermana
Arsinoe, recluida en Efeso, y que Marco Antonio se trasladara a Egipto.
 En Alejandría, Marco Antonio permaneció más tiempo del prudencial, impregnándose
del ambiente helenístico de la ciudad. Precisamente de esta primera estancia en Egipto han
surgido las conocidas anécdotas sobre la vida licenciosa de los amantes, quienes se dedicaban a
disfrutar de extraordinarios banquetes, de paseos nocturnos por los barrios alejandrinos, y, según
se dice, de las orgías. La vida alegre de que gozó esta pareja y sus amigos romanos, les llevó a
formar la hermandad de los compañeros de inimitable vida, que con el tiempo pasó a ser la de
los que mueren juntos. Con tal comportamiento, Marco Antonio había abandonado
temporalmente la causa de Oriente, a donde supuestamente había ido para preparar el ataque
contra los partos y continuar el proyecto cesariano.
A instancias de sus partidarios, muy numerosos en Roma, Marco Antonio regresó a la
capital imperial en el año 40. Se había requerido su presencia para resolver una nueva guerra
civil, iniciada por su esposa Fulvia y su hermano Lucio contra Octavio. En el camino se
entrevistó con su mujer romana, quien le reprochó el carácter de su visita a Egipto y la relación
con Cleopatra. Marco Antonio prosiguió su viaje y la dejó en Atenas, donde ella murió poco
después, víctima de una enfermedad.Cuando llegó a Roma, Marco Antonio tuvo que enfrentarse a los juicios de sus
seguidores por su actitud en Egipto. No sólo molestaba su aventura amorosa con una egipcia,
sino sus evidentes tendencias filohelenísticas, manifiestas en sus identificaciones divinas. De ahí
que se le instara a que demostrase su compromiso con los intereses del Estado romano. En este
ambiente, se agrandaba su rivalidad con Octavio, quien hábilmente estaba consolidando su
posición en Occidente. Por todo ello, una vez viudo, su nuevo estado no lo utilizó para legitimar
su unión con Cleopatra, sino para casarse con la hermana de su enemigo político, con el que
sellaba una firme alianza.
El matrimonio entre Marco Antonio y la virtuosa y bella matrona Octavia se celebró en
las mismas fechas en que nacían sus hijos egipcios, Ptolomeo Helios y Cleopatra Selene, los
gemelos que alumbró Cleopatra. Octavia intentó por todos los medios el acercamiento entre el
esposo y el hermano, y fue madre de las dos últimas hijas de Antonio. El papel de esposa
ejemplar, que representó a la perfección, posiblemente le fuese dictado por su hermano, quien
buscaba la contraposición de la virtud y honorabilidad de la esposa romana frente a la ligereza
de la amante egipcia.
Cuando parecía que Marco Antonio había olvidado lo ocurrido con Cleopatra, sellando
su compromiso con Roma en el Pacto de Tarento del año 37, decidió retomar el plan cesariano
de la campaña contra los partos, que él pensaba dirigir. Ello implicaba un nuevo traslado a
Oriente y la petición de la ayuda egipcia, absolutamente necesaria para su futura empresa
militar.

7. El matrimonio de Cleopatra y Marco Antonio
A pesar de lo ocurrido, la llamada que Marco Antonio hizo a Cleopatra, esta vez en
Antioquía, parecía brindar una nueva oportunidad para que la reina recuperase su proyecto de
lograr la independencia de Egipto y legitimar a Cesarión; además, debían tenerse en cuenta los
hijos habidos con Marco Antonio. Esta visita beneficiaba sobre todo a la reina egipcia, pero
perjudicaba notablemente al triunviro, cuya campaña de descrédito comenzó y creció en Roma a
partir de su segundo encuentro con Cleopatra. En la capital imperial, no se daban cuenta,
aparentemente, de que Marco Antonio necesitaba la riqueza egipcia y la ciudad de Alejandría
como centro de operaciones para lograr el éxito en su expedición oriental.
Aunque no respondió de manera inmediata a la petición, al final Cleopatra se entrevistó
con el romano, ya que Egipto continuaba siendo un país aliado de Roma. En esta ocasión y por
las humillaciones sufridas con anterioridad, la reina impuso una serie de condiciones a Marco
Antonio previas a la concesión de la ayuda egipcia. El general romano atendió todas las
peticiones de Cleopatra, acordándose las famosas Donaciones de Alejandría del año 37, que
consistieron en el reconocimiento de Cesarión como hijo legítimo y heredero de César; la
entrega de territorios romanos en Oriente y Africa, que pasaban a ser del reino de Egipto; la
cesión de la biblioteca de Pérgamo; la aceptación de la paternidad sobre los gemelos y, en
especial, el matrimonio con Cleopatra. Este último no se reconoció en Roma, ya que la esposa
era extranjera y se celebró a la manera oriental, y, además, no se había producido el divorcio de
Octavia.
Una vez aceptadas tales condiciones, que no se plasmaron en un documento formal,
Cleopatra mostró su apoyo a Marco Antonio en la conquista de Oriente. Al igual que en otros
casos, estos hechos se interpretaron como resultado de la pasión entre los dos personajes, pero,
en el fondo, ambos se necesitaban para continuar con sus proyectos particulares. El hecho
novedoso que se produce es que a partir de este momento, Marco Antonio se dedicóexclusivamente a su empresa oriental, considerando que una victoria contra los partos
consolidaría de forma paralela su poder en Occidente y el éxito habría sido obra romana. De
obtener los frutos deseados, el triunfo iba a compartirlo con Cleopatra y no con Octavia. De este
encuentro, nació luego su tercer y último hijo, Ptolomeo Filadelfo.
Desde la misma Antioquía se planeó la campaña contra los partos, que se inició en el 36
y se prolongó hasta el 34. La misma Cleopatra acompañó a Marco Antonio en los comienzos de
la expedición. Frente a lo previsto, el general romano fracasó en su lucha oriental, no conquistó
ningún territorio y perdió un gran número de soldados; la estrategia militar empleada había
resultado inapropiada. A pesar del desastre, en el año 34 se celebró un gran triunfo en
Alejandría, que imitaba la ceremonia romana, donde se hacían públicos los acuerdos de las
Donaciones de Antioquía y se reforzaba el poder de la reina y su hijos. Cleopatra y Cesarión
fueron nombrados reina y rey de reyes, mientras que se procedía al reparto de territorios en
Oriente para los restantes vástagos. En tal reorganización de los estados orientales, Marco
Antonio aparecía como autocrator y otorgaba su beneplácito a la nueva situación.
Mientras tanto en Roma y en el año 33, Octavio aprovechó todos los errores de su
antiguo colega en el Triunvirato para acrecentar su desprestigio. La lectura pública del
testamento de Marco Antonio resultó ser la prueba definitiva de su filoorientalismo, que se
difundía como prueba de traición a Roma. Como última voluntad, el ahora esposo de Cleopatra
reconocía a Cesarión como hijo de César (Octavio era entonces un usurpador) y expresaba su
voluntad de ser enterrado en Alejandría. La petición formal del divorcio de Octavio, que se hizo
también en este año, provocó la guerra.
Aunque Octavio buscaba el enfrentamiento con Marco Antonio, oficialmente se declaró
la guerra contra Cleopatra, a la que se acusaba de querer ser la reina de Oriente y dominar el
Imperio romano, puesto que ella se había quedado con las provincias dadas por su esposo. En
este momento, Marco Antonio estaba preparando una nueva expedición contra los partos, por lo
que se encontraba en Efeso, y le acompañaba la reina de Egipto. Tras largos preparativos, el
conflicto bélico entre Oriente y Occidente finalizó en la emblemática batalla de Actium, al sur
de Grecia, en el mes de septiembre del año 31 a. d. C., ocasionando la definitiva derrota del
bando oriental. A pesar de las ventajas iniciales de las tropas de Marco Antonio, resultan
incomprensibles y desconcertantes sus errores en la organización de los ataques y la defensas.
Ante el desastre, primero huyó Cleopatra, a la que siguió su esposo.
Cuando Marco Antonio llegó a Alejandría, se refugió en una pequeña casa junto con dos
criados, situada en el pequeño puerto de Paretorio; quizá pensaba en la posibilidad de una
recuperación y de otro posible ataque a Octavio. La reina se fue a su palacio y se dedicó a
planear la estrategia a seguir en el encuentro seguro, pero que se hizo esperar, con Octavio, el
ahora único dueño de Roma y del Mediterráneo. Sus intereses se encaminaban a salvaguardar el
futuro de sus hijos y la independencia de su reino, para lo que solicitó ayuda a jefes orientales
medos y nabateos. Sabía que su vida corría grave peligro y se informó sobre la forma más
indolora y fácil de morir. Estas últimas decisiones la revelan como gran madre y reina, como ha
señalado, entre otras, S. Pomeroy.

8. La muerte de la reina
Ante las peticiones de Octavio, quien le exigió la entrega de Marco Antonio, ella se
negó. No obstante, la reina le preparó una muerte digna, y provocó su suicidio, haciéndole llegar
la noticia de que ella se había dado muerte; con ello, Marco Antonio tuvo el valor de clavarse el
puñal, tras luchar contra Octavio cuando entró en Egipto. Agonizante, llevaron el cuerpo delantiguo triunviro al mausoleo de Cleopatra, donde se había encerrado con sus tesoros, dispuesta
a incendiarlos, si Octavio no atendía sus exigencias relacionadas con Egipto y sus hijos. Tales
hechos ocurrían en agosto del año 30.
La reina fue sacada de su mausoleo y Octavio dispuso una extraordinaria vigilancia a su
alrededor, ya que deseaba mantenerla con vida para llevarla a Roma, donde la pasearía por las
calles en una ceremonia triunfal y luego le daría muerte. Cuando Cleopatra se enteró, intentó
poner a salvo la vida de su hijo Cesarión, que envió a Arabia o la India; luego sería asesinado,
por traición de su tutor. El resto de sus hijos ya no resultaban tan peligrosos. En tiempos
posteriores, sólo se tiene información de lo ocurrido a Cleopatra Selene, que se casó con Juba, el
rey de Mauritania.
Tras asumir que no podría conservar su vida, Cleopatra consiguió burlar a los
guardianes de Octavio, fue a su mausoleo y allí tras vestirse con el atuendo digno de una reina
egipcia, combinando símbolos faraónicos y macedonios, se dio muerte. Eligió el veneno de la
áspid, ya que la muerte por su mordedura provoca un final rápido y sin apenas sufrimiento.
Aunque, probablemente, la elección de esta serpiente se relacionaba con el hecho de que figura
grabada en la corona de los faraones para defenderlos de sus enemigos; es decir, era el símbolo
del Egipto faraónico. Sus criadas Carmión e Iras la acompañaban y la depositaron en un lecho
de oro sobre el sarcófago, disponiendo su cadáver e imagen real; ambas también perecieron
después. Fue Olimpo, su médico, quien recopiló todos estos detalles en narraciones legadas para
la posteridad y recogidas por Plutarco.
Así moría Cleopatra, como una gran reina oriental y mujer poderosa que había
mantenido en jaque al Imperio Romano. Sin duda, había sido una típica gobernante ptolemaica
con los vicios, virtudes y defectos propios de su familia. Como muestra de benevolencia,
Octavio consintió en respetar la voluntad de que ella y su esposo permaneciesen juntos en la
muerte, compartiendo la misma tumba. Curiosamente, la lectura de este deseo expresado por
Marco Antonio y plasmado en su testamento había provocado su descrédito e infortunio entre
los romanos, desencadenando la última Guerra Civil de la República romana.
Alejandría albergaba así los mausoleos de personajes extraordinarios, Alejandro Magno
y una de las que decía ser su sucesora, Cleopatra, junto a su esposo. Estos monumentos no han
sido localizados, pero la memoria de estos personajes causó tal impacto, que veinte siglos más
tarde aún siguen siendo objeto de apasionadas versiones históricas, literarias.
Si Alejandro fue calificado de Magno por la creación de un Imperio Universal y por su
afán de unir las culturas griegas y orientales, Cleopatra dedicó su vida a mantener tales
concepciones. Curiosamente, el primero gozó de enorme prestigio en la sociedad romana y los
propios emperadores intentaron emularle. Siempre se le consideró un modelo y sus acciones no
habían supuesto ningún peligro para Roma. Durante el reinado de Cleopatra, la situación de
Oriente había cambiado de forma radical, ya que estos territorios estaban supeditados, en mayor
o menor grado, a la autoridad romana.
En estas circunstancias, Cleopatra intentó luchar para preservar la independencia de su
reino y se equivocó al pensar que podía vencer a Roma. Su popularidad entre las poblaciones de
Egipto y no sólo de Alejandría, revelan que efectivamente había sido una extraordinaria
Ptolemaica, querida y admirada por su pueblo. Su memoria fue honrada durante siglos por los
egipcios, porque ellos sí que entendieron las actitudes y comportamientos de una mujer que ante
todo quiso reinar, pero haciéndolo en un estado libre de la presencia romana.

jueves, 18 de abril de 2013

Superman...75 años del héroe que cambió la historia del comic



Creación
Jerry Siegel y Joe Shuster usaron por primera vez el término Superman en un cuento llamado «The Reign of the Super-Man» («El reino del Super-Hombre»), incluido en el 

tercer número de Science Fiction, fanzine de ciencia ficción que Siegel publicó en 1933. En él aparecía como un villano calvo con poderes telepáticos, empeñado en dominar el mundo entero. Siegel reescribió el personaje en 1933, transformándolo en un héroe con escaso o nulo parecido con el villano inicial; el héroe fue modelado a partir del actor Douglas Fairbanks y su álter ego, Clark Kent, de Harold Lloyd.  A partir de entonces, Jerry Siegel y Shuster buscaron durante seis años una editorial que publicara The Superman. Se lo ofrecieron a Consolidated Book Publishing, editorial que había publicado un comic book de 48 páginas en blanco y negro titulado Detective Dan: Secret Operative No. 48. Aunque les respondieron con una carta alentadora, Consolidated Book Publishing no volvió a publicar comic books. Shuster lo tomó a pecho y quemó todas las páginas de la historia, exceptuando la portada, que Siegel logró rescatar del fuego. Tanto Siegel como Shuster compararon a este personaje con Slam Bradley, un aventurero que crearon para el primer número de Detective Comics, en 1939.Siegel contactó otros artistas, como Tony Strobl, Mel Graff y Russel Keaton, para que colaboraran en la historieta, porque sentía que «con Joe, Superman no iba a ningún lado», de acuerdo a lo documentado por el escritor Gerard Jones. Las ilustraciones hechas por Keaton, basadas en los nuevos guiones de Siegel, muestran cómo evolucionó el concepto: Superman ahora era enviado al pasado como bebé por el último hombre en la Tierra, donde es encontrado y criado por Sam y Molly Kent.  Sin embargo, Keaton no continuó con la colaboración, por lo que Siegel y Shuster volvieron a trabajar en conjunto.
Los creadores redefinieron el personaje, que se volvió más parecido a un héroe de la tradición mitológica, inspirado en personajes como Sansón y Hércules, quien enmendaría los males de los tiempos de Siegel y Shuster, luchando por la justicia social y contra la tiranía. El disfraz apareció en esta etapa y Siegel recordaba que crearon «algo como un disfraz, y vamos a darle una gran S en el pecho, y una capa, y a hacerlo lo más colorido y distintivo que podamos».6 El diseño se basó en parte en los trajes de personajes de ambientes espaciales que aparecían en las revistas de pulp y en historietas como Flash Gordon, como también en la tradicional indumentaria del forzudo de circo.6 Sin embargo, la capa es muy diferente a la prenda de la típica tradición victoriana. Gary Engle la describió en Superman at Fifty: The Persistence of a Legend como «sin precedente en la cultura popular». La malla y los calzones sobre ella, propios de los artistas circenses, se establecieron pronto como la base de la vestimenta de muchos de los futuros superhéroes. Esta tercera versión del personaje fue dotada con habilidades extraordinarias, aunque de naturaleza física, en contraposición de las habilidades mentales del Superman malvado.Shuster declaró en 1983 que tanto los nombres de las localidades como la identidad civil de Superman se inspiraron en el cine. «Jerry creó todos los nombres. Éramos grandes fanáticos del cine y nos inspiramos mucho en los actores y actrices que veíamos. En cuanto a Clark Kent, combinó los nombres de Clark Gable y Kent Taylor. Y Metrópolis, la ciudad que era su base de operaciones, viene de la película de Fritz Lang [Metrópolis, 1927], que a ambos nos gustaba».Aunque entonces le vendían material a los editores de comic books —en particular a National Allied Publishing, editorial de Malcolm Wheeler-Nicholson—, decidieron publicar su personaje en un formato de tira cómica en vez del formato de historia más largo, propio de los comic book, que se estaba estableciendo en ese tiempo. Se lo ofrecieron a Max Gaines —quien lo rechazó— y a United Feature Syndicate, quienes expresaron interés inicialmente pero terminaron por rechazar la tira en una carta fechada el 18 de febrero de 1937. Sin embargo, en lo que el historiador Les Daniels describe como «un increíblemente complicado giro de eventos», Max Gaines terminó por establecer la tira como la principal atracción de la nueva publicación de Wheeler-Nicholson: Action Comics. Vin Sullivan, editor de la nueva publicación, les escribió a Siegel y Shuster solicitando que las tiras cómicas debían adaptarse al formato de comic book, específicamente a ocho viñetas por página. Sin embargo, Siegel y Shuster decidieron ignorar este último requerimiento, usando en vez de ese formato su propia experiencia e ideas para crear la distribución de las viñetas e incluso Siegel eligió la viñeta que sería usada en la cubierta de Action Comics , la primera aparición de Superman.Siegel pudo haberse inspirado para crear el personaje de Superman por la muerte de su padre. Mitchell Siegel fue un inmigrante que tenía una tienda de ropa en el barrio de Lower East Side, en Nueva York. Murió durante un intento de asalto en 1932, un año antes de la creación de Superman. Aunque Siegel nunca mencionó la muerte de su padre en entrevistas, tanto Gerard Jones como Brad Meltzer creen que debe haberlo afectado. «Tiene que haber tenido un efecto» dijo Jones. «Hay una conexión ahí: la pérdida de un padre como el origen de Superman». Meltzer planteó: «tu padre muere en un asalto y tú inventas un hombre a prueba de balas que se convierte en el mayor héroe del mundo. Lo siento, pero hay una historia ahí».

Publicación
La primera aparición del superhéroe fue en 1938, en Action Comics 1; al año siguiente se lanzó la revista Superman. El primer número de Superman contenía aventuras que ya habían sido publicadas en Action Comics, pero a pesar de esto, alcanzó un mayor número de ventas.24 Ese mismo año, fue publicada New York World's Fair Comics, que en el verano de 1942 se transformó en World's Finest Comics. En All Star Comics 7, Superman hizo la primera de sus infrecuentes apariciones en calidad de miembro honorario de la Sociedad de la Justicia de América.

Al principio, Jerry Siegel y Joe Shuster producían todas las historias e ilustraciones para las tiras que se publicaban. Sin embargo, la vista de Shuster se comenzó a deteriorar y, con el aumento de las apariciones del personaje, aumentó la carga de trabajo. Por estas razones debió crear un estudio que lo ayudara con el arte, aunque insistió en dibujar personalmente el rostro de cada Superman producido. Aparte del estudio de Shuster, otros artistas empezaron a contribuir, como Jack Burnley, quien suministró portadas e historias a partir de 1940, y Fred Ray, que desde 1941 creó una serie de portadas, algunas de las cuales alcanzaron el estatus de icono y fueron replicadas muchas veces, como la de Superman 14. Wayne Boring, que en un principio trabajaba en el estudio de Shuster, comenzó a trabajar para DC Comics en forma independiente en 1942, creando páginas tanto para Superman como para Action Comics. A Al Plastino, aunque había sido contratado para copiar a Wayne Boring, se le permitió crear su propio estilo, y se convirtió en uno de los artistas de Superman más prolíficos durante las «Edades de Oro y Plata» de los comics books.La escritura de los guiones también se compartió. A finales de 1939, después de la partida de Vin Sullivan, un nuevo equipo editorial compuesto por Whitney Ellsworth, Mort Weisinger y Jack Schiff tomó el control de las aventuras de los personajes y contrataron como guionistas a escritores de ciencia ficción de reconocido prestigio como Edmond Hamilton, Manly Wade Wellman y Alfred Bester. En algunos países de Europa, como la Alemania nazi, se prohibió su publicación y en otros, como España, se le cambió el nombre por Ciclón.En 1943, Jerry Siegel fue llamado a enlistarse en el ejército y sus contribuciones disminuyeron en gran medida. Don Cameron y Alvin Schwarts se unieron al equipo de guionistas, con Schwartz trabajando en conjunto con Boring en la tira cómica de Superman, que había sido iniciada por Siegel y Shuster en 1939.En 1945, aparece por primera vez el personaje de Superboy en More Fun Comics 101. En 1946, se comenzó a publicar en Adventures Comics y en 1949, se lanzó su revista homónima. Le siguieron otros títulos relacionados con Superman, como Superman's pal Jimmy Olsen (Jimmy Olsen, el amigo de Superman, 1954) y Superman's girlfriend Lois Lane (Lois Lane, la novia de Superman, 1958). En 1974, todas estas publicaciones se fundieron en una sola: Superman family, que se editó hasta 1982. DC Comics presents se publicó entre 1978 y 1986, abordando misiones en equipo entre Superman y una amplia variedad de otros personajes del universo DC.En 1986, se reestructuró el universo de DC comics en las miniseries Crisis on Infinite Earths. En este contexto se publicó Whatever Happened to the Man of Tomorrow, una historia de dos partes, escrita por Alan Moore e ilustrada por Curt Swan, George Pérez y Kurt Schaffenberger.30 Se publicó en Superman 423 y Action Comics 583 y, de acuerdo a Les Daniels, presentó «la sensación de pérdida que los fans hubieran sufrido si éste fuera, en realidad, el último cuento de Superman».

John Byrne relanzó Superman en 1986, inicialmente en la serie limitada The Man of Steel. En el mismo año, se canceló World's Finest Comics y la revista Superman pasó a llamarse Adventures of Superman. En 1987, se comenzó a editar un segundo volumen de Superman, que duró hasta ser cancelado el 2006 y Adventures of Superman vuelve a ser Superman a secas. Superman: The Man of Steel fue lanzada en 1991, mientras que la publicación trimestral Superman: The Man of Tomorrow duró entre 1995 y 1999. En 2003, aparecieron Superman/Batman y la serie limitada Superman: Birthright; en 2005 y 2006, All Star Superman y Superman Confidential, respectivamente. Además, el personaje apareció en el comic basado en la serie animada Superman Adventures (1996-2002) y en las publicaciones de la Liga de la Justicia, Justice League Adventures, Justice League Unlimited y The Legion of Super-Heroes In The 31st Century, estas dos últimas canceladas en 2008.Al año 2009, Superman se publica regularmente en Superman, Action Comics, Superman/Batman y Justice League of America, mientras que es personaje invitado en otras series y suele ser crucial en los crossover ficcionales del universo DC.

Influencias
La Gran Depresión fue uno de los factores que influyó en las primeras historias de Superman. La perspectiva de Shuster y Siegel, con tendencias izquierdistas, se refleja en los primeros argumentos, donde Superman toma un rol de activista social, que lucha contra empresarios y políticos deshonestos y demuele conventillos ruinosos. Roger Sabin, estudioso de los cómics, lo ve como un reflejo del «idealismo liberal del New Deal de Franklin Roosevelt». En los programas radiales de Superman posteriores, el superhéroe continuó tocando temas sociales como en una emisión de 1946, cuando se enfrentó a una versión del Ku Klux Klan. También se menciona como influencia del trabajo de Shuster y Siegel su condición de hijos de inmigrantes judíos; de a acuerdo a Timothy Aaron Pevey, ellos crearon «una figura inmigrante cuyo deseo era ajustarse en la cultura estadounidense como un estadounidense», concepto que Pevey cree que aprovecha un importante aspecto de la identidad norteamericana.Siegel señaló que los héroes míticos de las tradiciones de muchas culturas influyeron sobre el personaje, incluyendo a Hércules y Sansón. Scott Bukatman ve al personaje como un «digno sucesor de Lindbergh... [y] también... como Babe Ruth», y que además es representativo de la dedicación de los Estados Unidos al «progreso y lo nuevo» a través de su «cuerpo invulnerable... donde la historia no puede ser inscrita».Adicionalmente, dado que Siegel y Shuster eran fanáticos reconocidos de las revistas pulp de ciencia ficción, se ha sugerido que otra influencia pudo ser Hugo Danner, personaje principal de Gladiator, novela de 1930 de Philip Wylie, y que poseía los mismos poderes del Superman inicial.Jim Steranko, historiador y creador de cómics, cita al héroe de pulp llamado Doc Savage como otra probable fuente de inspiración, ya que encuentra similitudes entre los primeros diseños de Shuster y los avisos publicitarios de Savage de la misma época: «Al principio Superman era una variante del peso pesado del pulp Doc Savage».39 Steranko argumentó que las revistas de pulp jugaron un rol importante en la formación del concepto inicial: «El concepto de Siegel de Superman personificaba y amalgamaba tres temas separados y distintos entre sí: el visitante de otro planeta, el superhumano y la doble identidad. Compuso el carisma de Superman explotando los tres elementos y los tres contribuyeron de igual manera en el eventual éxito de la tira. Su inspiración, por supuesto, vino de las revistas pulp de ciencia ficción». Steranko también identifica como probable influencia de Siegel y Shuster a las historias de Aarn Munro, escritas por John W. Campbell, que tratan sobre un descendiente de terrícolas criado en Júpiter que, debido a la mayor gravedad del planeta, es un superhombre en la Tierra, tanto de mente como de cuerpo.Como Siegel y Shuster eran judíos, algunos comentaristas religiosos y académicos especializados en la cultura popular, tales como el rabí Simcha Weinstein y el novelista británico Howard Jacobson, sugieren que la creación de Superman fue influenciada en parte por la figura de Moisés y otros elementos judíos. El nombre kryptoniano de Superman, Kal-El, se parece a las palabras hebreas קל-אל, que se pueden interpretar como «voz de Dios». El sufijo «el» —que significa de Dios— también se encuentra en los nombres de ángeles, como Gabriel, quienes son agentes del bien con aspecto humanoide, que pueden volar y poseen poderes sobrehumanos.44 Las leyendas judías del golem también se citaron como dignas de comparación; un golem es un ser mítico creado para proteger y servir a los judíos que eran perseguidos en el siglo XVI en Praga y cuyo concepto revivió en la cultura popular como referencia a su sufrimiento a manos de los nazis en Europa durante las décadas de 1930 y 1940. Además, Superman es visto frecuentemente como una analogía de Jesús, por ser un salvador de la humanidad.

Aunque el término superman o superhombre fue acuñado por Friedrich Nietzsche, no está claro que tan influyente fue el filósofo alemán y sus ideales sobre Siegel y Shuster. Les Daniels especula que «Siegel tomó el término de otros escritores de ciencia ficción quienes lo habían usado de manera informal», notando además que «su concepto lo recuerdan cientos de millones que puede que apenas sepan quién es Nietzsche». Otros autores argumentan que Siegel y Shuster «no pueden haber ignorado la idea que dominaría el nacionalsocialismo de Hitler. El concepto fue, ciertamente, bien discutido». Sin embargo, Jacobson y otros señalan que, en muchos aspectos, Superman y el Übermensch son polos opuestos. Nietzsche imaginó el Übermensch como un hombre que ha trascendido las limitaciones de la sociedad, de la religión y de la moral convencional, mientras aún es fundamentalmente humano. Superman, en cambio, un alienígena dotado de increíbles poderes, elije honrar los códigos morales y sociales humanos. El hombre perfecto de Nietzsche está más allá de los códigos morales; el hombre perfecto de Siegel y Shuster se restringe a sí mismo con un alto nivel de adherencia a esos mismos códigos.Los mismos creadores de Superman discutieron sobre varios factores que influyeron sobre el personaje. Ambos eran ávidos lectores y su mutuo amor por la ciencia ficción ayudó a conducir su amistad. Siegel citó como influencia a las historias de John Carter: «Carter era capaz de saltar largas distancias porque el planeta Marte era más pequeño que la Tierra; y tenía una gran fuerza. Imaginé a Krypton como un gran planeta, mucho más grande que la Tierra». Ambos, además, eran ávidos coleccionistas de tiras cómicas en su juventud —que recortaban del periódico— con el «Pequeño Nemo» (Little Nemo) de Winsor McKay encendiendo sus imaginaciones con su sentido de la fantasía. Shuster señaló a los artistas que jugaron un papel importante en el desarrollo de su propio estilo y que también fueron una gran influencia: «Alex Raymod y Burne Hogarth eran mis ídolos —también Milt Caniff, Hal Foster y Roy Crane—. Pero el cine fue la mayor influencia en nuestra imaginación: en especial, las películas de Douglas Fairbanks Senior». El papel de Fairbanks como Robin Hood fue, de hecho, un referente para Superman, ya que Shuster admitió que basó la postura de Superman en escenas de la película. El cine también influenció la narrativa y la distribución de las viñetas en la página, mientras que la ciudad de Metrópolis se llama así en honor a la película homónima de Fritz Lang.

Problemas de copyright
Como parte del trato que permitió que Superman fuera publicado en Action Comics, Siegel y Shuster le vendieron los derechos a la compañía a cambio de US$130 y un contrato para suministrarle material al editor. The Saturday Evening Post, en un reportaje de 1940, reveló que la pareja de creadores recibía US$75,000 anuales, una fracción de los millones de dólares de utilidad que le dejaba Superman a National Comics Publications. Siegel y Shuster renegociaron el acuerdo, pero los rencores persistieron y en 1947, los creadores entablaron una demanda para que el contrato de 1938 se declarara nulo y que se les restablecieran los derechos de la propiedad intelectual de Superman. El mismo año, demandaron a National por los derechos de Superboy, asegurando que era una creación independiente que National había publicado sin autorización. National los despidió de inmediato y quitó sus créditos de las historias, provocando una batalla legal que terminó en 1948, cuando una corte de Nueva York dictaminó que el contrato de 1938 debía mantenerse. Sin embargo, el dictamen del juez J. Addison Young les otorgó los derechos de Superboy. Siegel y Shuster también reconocieron por escrito que la compañía poseía Superman, atestiguando que ellos tenían los derechos para «todas las otras formas de reproducción y presentación, ya sea las que existen hoy o las que fuesen a ser creadas en el futuro», pero DC se negó a volver a contratarlos.En 1973, Siegel y Shuster iniciaron un nuevo pleito reclamando la propiedad de Superman, pero esta vez la demanda se basó en la Ley sobre Copyright de 1909, la que garantizaba los derechos de reproducción durante 28 años con la posibilidad de renovarlos por otros 28 años más. Su argumento planteaba que ellos habían cedido el copyright a DC por sólo 28 años. Perdieron este juicio en dos instancias: en un dictamen de una corte de distrito el 18 de octubre de 1973 y en la corte de apelaciones, el 5 de diciembre de 1974.En 1975, después de reportajes acerca de la paupérrima calidad de vida que llevaban, Warner Communications otorgó a Siegel y a Shuster pensiones vitalicias de US$20,000 anuales y beneficios de salud. Jay Emmett, quien era entonces vicepresidente ejecutivo de Warner Bros., fue citado en el New York Times declarando que «no existe obligación legal, pero definitivamente siento que hay una obligación moral de nuestra parte».52 Heidi MacDonald, escribiendo para Publisher's Weekly, señaló que aparte de la pensión «Warner acordó que Siegel y Shuster serían, de ahora en adelante, acreditados como los creadores de Superman en todos los cómics, series de televisión y películas».51En 1976, un año después de este acuerdo, el periodo del copyright se extendió otra vez, ahora por otros 19 años, dando un total de 75 años. Sin embargo, esta vez se insertó una cláusula a la extensión para permitirles a los autores reclamar su trabajo, reflejando los argumentos planteados por Siegel y Shuster en 1973. La nueva ley entró en vigencia en 1978 y permitió un periodo de reclamaciones basado en el periodo previo de copyright de 56 años. Esto significó que los derechos sobre Superman podrían ser reclamados entre 1994 y 1999, basándose en la fecha inicial de publicación de 1938. Jerry Siegel murió en enero de 1996, por lo que su esposa y su hija llenaron un aviso de término de copyright en 1999. Joe Shuster murió en julio de 1992 y sus sucesores no presentaron ninguna reclamación.En 1998 el periodo de copyright se extendió nuevamente, esta vez por la ley Sonny Bono Copyright Term Extension Act, a 95 años y con un nuevo periodo para realizar reclamaciones. En enero de 2004, Mark Peary, sobrino y heredero legal del patrimonio de Joe Shuster, llevó una notificación legal sobre su propósito de reclamar la mitad de Shuster del copyright, la terminación efectiva en 2013. El estado de la parte del copyright que le corresponde a Siegel es ahora parte de un conflicto legal. Warner Bros. y los Siegels entraron en conversaciones para resolver los problemas generados por la notificación de término; sin embargo, no lograron llegar a un acuerdo y los Siegel entablaron una demanda alegando infracción de copyright por parte de Warner Bros en octubre de 2004. Por su parte, Warner Bros contraatacó, afirmando que la notificación de término tiene defectos, entre otros argumentos.57 58 El 26 de marzo de 2008, el juez Stephen Larson de la corte de distrito del Distrito Central de California dictaminó que los herederos de Siegel tenían derecho a reclamar una parte del copyright en los Estados Unidos. El dictamen no afecta los derechos internacionales, que Time Warner posee sobre el personaje a través de DC. Deberán acordarse por medio de juicios, temas como la cantidad de dinero que corresponde a los herederos de Siegel y si sus derechos se extienden a las obras derivadas como las versiones cinematográficas, aunque cualquier compensación será sólo aplicable a las obras publicadas desde 1999. Time Warner no ofreció declaraciones con respecto al dictamen, pero tiene el derecho de impugnar la decisión del tribunal. El caso tiene una audiencia programada en una corte estatal de California para mayo de 2008.Una nota de término de derechos de reproducción similar, que fue registrada el 2002 por la esposa e hija de Siegel, acerca del personaje de Superboy, fue juzgada con un veredicto a su favor el 23 de marzo del 2006.62 Sin embargo, el 27 de julio del 2007, la misma corte emitió un comunicado revirtiendo la resolución del 23 de marzo del 2006.63 Esta resolución está siendo objetado legalmente por Time Warner, y el caso hasta ahora sigue sin resolución.Un veredicto del 9 de junio de 2009 en el caso denegó un reclamo de la familia de Siegel de que se les debían cuotas monetarias por las licencias. El juez de la Corte de Distrito Estados Unidos, Stephen G. Larson, dijo que Warner Bros. y DC Comics habían cumplido sus obligaciones con los Siegels bajo un acuerdo de compartir las ganancias de la película del 2006 Superman Returns y la serie Smallville. Sin embargo, la corte también decidió que si Warner Bros. no comienza las filmaciones de una nueva película de Superman para el 2011, la familia de Siegel tendrá el derecho de demandar por recuperación de daños.

Personaje
Dada la naturaleza serial de la publicación de cómics y su longeva existencia, Superman ha evolucionado como personaje a medida que se han ido sumando nuevas aventuras.65 Los detalles de su origen, relaciones y habilidades han cambiado significativamente durante el curso de la publicación del personaje, desde lo que se considera la Edad de Oro de los cómics hasta la Edad Moderna.Sus poderes y villanos fueron evolucionando durante la década de 1940; obtuvo la habilidad de volar y desde 1941 se introdujeron villanos disfrazados en sus historias. El personaje supo de la existencia de Kriptón en 1949, aunque el concepto del planeta había sido establecido casi al principio, en una tira de 1939.En la década de 1960, apareció un segundo Superman. DC había establecido con anterioridad un multiverso dentro del universo ficticio que sus personajes compartían. Esto permitía que los personajes publicados en 1940 pudiesen existir al mismo tiempo que contrapartes renovadas para los años 1960. Este concepto se le explicó al lector a través de la noción de dos grupos distintos de personajes que vivían en «Tierras paralelas». El segundo Superman fue creado para explicar la membresía de Superman tanto en la Sociedad de la Justicia de América, ambientada en la década de 1940, como en la Liga de la Justicia de América, creada en los años 1960.En la década de 1980 se produjeron nuevamente cambios radicales en el personaje. DC decidió eliminar el concepto del multiverso para simplificar su línea editorial. Esto llevó a una reinterpretación de todos los antecedentes y el pasado de los personajes que DC publicaba, entre ellos Superman. John Byrne reescribió el pasado de Superman, eliminando convenciones establecidas y personajes de la continuidad e incluyendo a Superboy y a Supergirl. Byrne además restableció a los padres adoptivos de Superman, los Kent, como personajes de importancia,69 quienes en la continuidad previa, habían fallecido al inicio de la carrera de Superman (aproximadamente en el momento en que Clark Kent se graduaba de la enseñanza secundaria).En la década de 1990, Superman fue asesinado por el villano Doomsday, aunque el personaje fue resucitado pronto. Superman además se casó con Lois Lane en 1996. Su origen es nuevamente retomado en 2004. En 2006, el superhéroe perdió sus poderes durante un año ficticio,73 pero al término del mismo los recuperó.74 Tras una confrontación con Brainiac que termina con la muerte de su padre, Superman descubre la ciudad perdida de Kandor, la cual contiene a unos 10,000 Kryptonianos. Su estadía en la Tierra causa problemas, y se ven obligados a crearse un nuevo planeta, Nuevo Krypton. Eventualmente, Nuevo Krypton inicia una guerra en contra de la Tierra, en la que ambos bandos sufren incontables bajas, por lo que casi todos los Kryptonianos mueren. Superman inicia un viaje mientras intenta reconectarse con su mundo adoptivo de nuevo.

Personalidad
En las historias originales de Siegel y Shuster, Superman era rudo y agresivo. El personaje se entrometía para detener a estafadores, gánsteres, linchamientos y casos de violencia doméstica, con una forma de actuar más brutal que la que tiene hoy en día y con un código moral menos estricto que al que están acostumbradas las audiencias actuales. Guionistas posteriores suavizaron al personaje y le infundieron un sentido de idealismo y un código moral de conducta. Aunque no tenía la sangre tan fría como Batman en sus primeras historias, el Superman que aparecía en los cómics de la década de 1930 no se preocupaba del daño que su fuerza pudiese causar, lanzando villanos de manera que lo más probable era que murieran, si bien dichas muertes rara vez fueron mostradas en forma explícita. Esto llegó a su fin en el año 1940, cuando el nuevo editor Whitney Ellsworth instituyó un código de conducta obligatorio para sus personajes, prohibiéndole a Superman matar.67 Este cambio se reflejó en las mismas historias donde, ocasionalmente, ya fuera en la narrativa o en el diálogo, Superman recordaba haber jurado nunca tomar una vida humana y que, de llegar a hacerlo, colgaría su capa simbólicamente y se retiraría.El personaje actual adhiere a un estricto código moral, que se atribuye frecuentemente a los valores de la región del medio oeste estadounidense con los que fue educado. Dentro del universo ficticio de DC comics, su compromiso a operar dentro de la ley ha sido un ejemplo para muchos héroes, pero ha creado resentimiento en otros, que se refieren a él como el «gran boy scout azul». Superman ha permanecido bastante inflexible al respecto, causando tensión en la comunidad de superhéroes, en especial con la Mujer Maravilla, después de que ella asesinó a Maxwell Lord.Como parte de su historia siempre incluye la pérdida de su planeta natal Krypton, el personaje de Superman se muestra generalmente muy sobreprotector con la Tierra, y en particular con la familia y amigos de Clark Kent. Esta misma pérdida, combinada con la presión por usar sus poderes en forma responsable, le provoca una sensación de estar solo en el planeta, a pesar de sus amigos, esposa y padres adoptivos. Encuentros con personajes que él creyó que eran también kryptonianos, como Power Girl —que es, de hecho, del Krypton del universo de Tierra-2— y Mon-El, lo han decepcionado. La llegada de Supergirl, que fue confirmada no sólo como de Krypton, sino que además como su prima, logró aliviar un poco su soledad.En Superman/Batman 3 (diciembre de 2003), escrito por Jeph Loeb, Batman comentó: «es una dicotomía remarcable. De varias formas, Clark es el más humano de todos nosotros. Entonces... dispara fuego desde los cielos y es difícil no pensar en él como un dios. Y que afortunados somos de que eso no se le ocurre».79 Más tarde, durante el inicio de Infinite Crisis, Batman lo reprendió por identificarse demasiado con la humanidad y fallar en procurar el fuerte liderazgo que los superhumanos necesitaban.Superman: Birthright estableció que Superman fuera un vegetariano estricto.

Otras versionesTanto el multiverso establecido por la editorial en los años 1960 como la línea de cómics Elseworlds creada en 1989 le permitieron a los escritores crear variantes de Superman, con diferencias de nacionalidad, raza o moralidad. Junto con estas visiones alternativas, varios personajes han asumido el título de Superman, especialmente durante la historia «La Muerte de Superman», donde cuatro nuevos personajes intentaron clamar el título para sí mismos.71 Por otra parte, el personaje Bizarro creado en 1958 es un extraño e imperfecto duplicado de Superman.20 Otros miembros de la familia de personajes de Superman también han poseído el prefijo Super-, incluyendo a Supergirl, el Superperro y Superwoman. Fuera de las publicaciones de DC, la notoriedad adquirida por el arquetipo de Superman o Übermensch lo hace una figura popular para ser representada por analogías en continuidades completamente sin relación. Por ejemplo, Roy Thomas se basó en Superman para crear al personaje de Hiperión de Marvel Comics.


Comercialización.
Superman se volvió rápidamente muy popular, con un título adicional, Superman Quarterly, creado a la brevedad. En 1940 el personaje fue representado por primera vez en el desfile del día de Acción de Gracias de Macy's. De hecho, Superman se había vuelto tan popular para 1942, con las ventas de sus tres revistas combinadas superando los 1,5 millones de ejemplares, que la revista Time reportó que «el Departamento de la Marina [había] ordenado que los cómics de Superman debían ser incluidos entre las provisiones básicas esenciales destinadas al cuartel de Marines en las islas Midway». El personaje fue licenciado por compañías interesadas en obtener ganancias de su popularidad a través de productos comerciales. El producto más antiguo data de 1939 y es un botón proclamando membresía en el club de los Supermen of America. Para 1940, la cantidad de mercancía disponible se había incrementado dramáticamente, con rompecabezas, muñecos de papel, goma de mascar y tarjetas coleccionables, así como figuras de madera y metal. La popularidad de la mercancía aumentó cuando Superman fue licenciado para aparecer en otros medios; Les Daniels escribió que esto representó «el principio del proceso que magnates de los medios describirían décadas después como "sinergia"». Para la exhibición de Superman Returns, Warner Bros. tenía asegurada una promoción conjunta con Burger King y varios productos relacionados a la venta.El atractivo de los productos con la licencia de Superman se basa en la popularidad constante del personaje, un atractivo mercado y el estatus del escudo de «S», el estilizado emblema rojo y amarillo con una “S” que Superman lleva en su pecho, como un símbolo de moda.El escudo de «S» por si solo ha sido usado frecuentemente en medios de comunicación para simbolizar el personaje de Superman. Ha sido incorporado en la apertura y/o cierre de créditos de varias películas y series de televisión.

Análisis literario
Superman ha sido interpretado y discutido de muchas maneras a lo largo de los años desde su debut. Su estatus como el primer superhéroe disfrazado ha permitido que sea usado en muchos estudios del género. Umberto Eco notó que «puede verse como un representante de todos sus similares».142 En un artículo para Time Magazine en 1971, Gerald Clarke señaló: «La enorme popularidad de Superman puede verse como una señal del principio del fin del mito de Horatio Alger acerca del hombre que se hace a sí mismo». Clarke observaba que los personajes de cómics debían mantenerse evolucionando continuamente para mantener su relevancia y así representar el ánimo actual de la nación. Según él, el personaje de Superman en los principios de la década de 1970 era un comentario acerca del mundo moderno, un lugar en el cual «sólo un hombre con superpoderes puede sobrevivir y prosperar.»A.C. Grayling, en un artículo para The Spectator, realizó un estudio acerca de la posturas de Superman a través de las décadas, desde su campaña en los años 1930 en contra del crimen, en una nación bajo la influencia de Al Capone; a través de los años 1940 y la Segunda Guerra Mundial, período donde Superman ayudaba a vender bonos de guerra;144 en la década de 1950, cuando exploraba las nuevas amenazas tecnológicas. Grayling observó que en el período posterior a la Guerra Fría los «asuntos se volvieron meramente personales: La tarea de enfrentar su fuerza física contra los cerebros de Lex Luthor y Brainiac aparecía en forma independiente de las preguntas más grandes» y discutió eventos posteriores al 9/11, aseverando que como era una nación «atrapada entre el terrorífico George W. Bush y el terrorista Osama bin Laden, Estados Unidos estaba en la hora en que más necesitaba un salvador, tanto para los pequeños inconvenientes hasta los grandes horrores de una catástrofe mundial. Y aquí estaba, el chico hogareño bien cuidado vestido con malla azul y capa roja».Scott Bukatman planteó que Superman y el superhéroe en general, gracias a su uso del espacio —en particular la habilidad de volar por sobre los rascacielos—, humanizan grandes áreas urbanas. Escribió que «representaba, en 1938, un ideal corbusieriano. Superman posee visión de rayos-x: las murallas se vuelven permeables, transparentes. A través de su benigna, controlada autoridad, Superman logra que la ciudad sea abierta, modernista y democrática; avanza el sentido que Le Corbusier describió en 1925, esto es, que "todo es conocido para nosotros".»Jules Feiffer sostuvo que lo que «hace a Superman extraordinario es su punto de origen: Clark Kent.» Feiffer desarrolló el tema para establecer que la popularidad de Superman es simplemente el cumplir un deseo, punto que los mismos Siegel y Shuster apoyaban. Al respecto, Siegel comentó que «si estás interesado en lo que hizo a Superman lo que es, he aquí una de las claves que lo hizo universalmente aceptable. Joe y yo teníamos algunas inhibiciones... que nos llevaron a "cumplir nuestros deseos" expresándolos a través de nuestro interés en la ciencia ficción y nuestra tira de cómics. De ahí proviene el concepto de la identidad dual». Shuster apoyó esa misma idea afirmando que ese es «el porqué mucha gente puede relacionarse con el concepto».Otro aspecto clave de su atractivo es su estatus de inmigrante. Aldo Regalado observó que el superhéroe traspasó barreras de aceptación en Estados Unidos. Regalado interpretó que su origen extraterrestre confrontaba la noción de que la ascendencia anglosajona era la fuente de todo poder. Gary Engle vio que el «mito de Superman [reafirma] con total confianza e inocencia el valor del inmigrante en la cultura estadounidense.» Argumentó que Superman le permitió al género del superhéroe sobrepasar al western como expresión de las sensibilidades de los inmigrantes. Gracias a su doble identidad, Superman permitía que los inmigrantes se identificaran con sus ambas culturas. Clark Kent representa el individuo asimilado, mientras que Superman representa la herencia cultural de los inmigrantes usada para el bien común. Timothy Aaron Pevey también mencionó que otros aspectos de la historia refuerzan la aceptación del «sueño americano». Notó que «la única cosa capaz de dañar a Superman es la kryptonita, un pedazo de su antiguo mundo nativo.» David Jenemann, en cambio, argumentó que las primeras historias muestran una amenaza: «la posibilidad de que los exiliados sobrepasarían a la nación.»

Recepción de la crítica y popularidad
El personaje de Superman y múltiples series de sus cómics han sido premiados a lo largo de los años. The Reign of the Supermen es una de varias historias u obras que han recibido el premio de los fans de Comics Buyer’s Guide, ganando en la categoría de Historia Favorita de Comic Book en 1993. Superman quedó en segundo lugar en VH1’s Top Pop Culture Icons 2004, encuesta acerca de los íconos de la cultura popular estadounidense. En el mismo año, cinéfilos británicos votaron a Superman como el mayor superhéroe de todos los tiempos.155 Algunas de sus obras han ganado hasta seis premios Eisner y tres premios Harvey, ya sean otorgados a las obras en sí o a sus creadores. Las películas de Superman han recibido, hasta el 2007, varias nominaciones y premios, entre las cuales cabe destacar el premio BAFTA que recibió Christopher Reeve por su actuación en Superman. La serie de televisión Smallville ha recibido varios Emmys por reparto, entre otros premios.